Prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo es un ataque a la libertad religiosa? A muchos les puede parecer un argumento extravagante, pero el hecho es que cada vez son más las confesiones que sí celebran matrimonios religiosos entre parejas del mismo sexo que no son reconocidos civilmente.
Un grupo de confesiones religiosas de Escocia, país en el que la discusión está abierta en estos momentos, así lo ha denunciado.
Representantes del movimiento unitario, judíos liberales, cuáqueros (quellevan reclamando desde 2009 que el matrimonio religioso entre parejas del mismo sexo sea reconocido civilmente por el Reino Unido), iglesia de la comunidad metropolitana y Federación Pagana británica se han reunido en Edimburgo y han solicitado al Gobierno escocés, que ha abierto un proceso de consultas sobre el tema, que permita la celebración de matrimonios entre personas del mismo sexo. Estas confesiones religiosas consideran que la prohibición de los mismos supone una “importante intrusión” del estado en la libertad religiosa, así como un ataque a la familia. “El hecho de que la mayoría de las parejas gays y lesbianas quieran disponer del derecho a contraer matrimonio tanto civil como religioso es en sí mismo un testimonio del poder de la familia”, ha señalado el rabino Mark Solomon.
Al encuentro no han asistido ni representantes de la iglesia católica escocesa (que protagoniza la oposición más feroz al proceso abierto por el Gobierno escocés) ni de la que es la iglesia más importante del país: la iglesia de Escocia, una iglesia presbiteriana con posturas mucho más inclusivas hacia las personas LGTB (su asamblea general ha aprobado la posibilidad de ordenar pastores abiertamente homosexuales y que mantengan relaciones estables de pareja), pero en cuyo seno existen muy diferentes posturas sobre el matrimonio igualitario.