Es interesante ver cómo aquellxs representantes de un discurso de amor se olvidan de su responsabilidad y debe recordarselo un funcionario público laico con una mejor «homilía» para la ocasión.
Un ejemplo a seguir.
Ha llegado el momento de hacer «catequesis» con la jerarquía religiosa cristiana y enseñarles el camino de Jesús, el Carpintero de Nazareth.