A través de estas bienaventuranzas, el colectivo LGTB(Lesbianas,Gays,Transexuales y Bisexuales) puede sentirse querido por Dios sin ningún tipo de duda. Bienaventuranzas que nos recuerdan que somos hijos de Dios. Él nos ha creado tal cual somos, de forma natural y por tanto, no existe razón para cambiar:
«Dichosos vosotros hermanos y hermanas LGTB cuando os veáis juzgados por la ley religiosa, porque Dios que pasó por lo mismo, os comprende. Dichosos vosotros hermanos y hermanas LGTB cuando os veáis rechazados por los que representan a Dios pues Dios os acoge: Jesús pasó por lo mismo».