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Dios es trabajador

Dios es trabajador, al trabajar nosotros hacemos lo que el mismo Jesús hace. Pedimos el pan para hoy. Dios es activo en la creación, está implicado, es providente y sostiene el mundo. Dios trabaja en todo y en todos. Ver cómo lo hace. Reconocer dónde y cómo trabaja Dios. Él llega antes que nosotros a nuestro trabajo. Ver cómo lo alimenta. Ser creativo en el trabajo. El trabajo para colaborar con el plan y el Reino de Dios. Gastar la vida es quemar las naves en favor de los demás.

Prioridades de Dios

Contando minutos libres para la próxima semana sin apenas encontrar alguno. Acompañando ayer a una amiga y a sus hijas al Retiro. Pasando el día con ellas, ayudando a bañar en la tarde, estando presente en la cena. Viendo cómo mi horario se descabala … Aprendiendo a priorizar, ayer cada minuto estaba bien priorizado, aunque hoy me contemplo encerrado en minutos ocupados. Enséñame, Señor, a priorizar según tu criterio y concédenos la paz.

Mi lugar en el trabajo

Pidiendo caer en mi sitio en mi trabajo, tener la suerte de trabajar con personas que valgan la pena. Saberse dentro en un contexto más amplio donde muchas personas no tienen la capacidad de elegir. Contemplar cómo personas que en plena juventud se angustian porque no encuentran trabajo.

Suplicándole me fortaleciese

Suplicándole me fortaleciese: “Pues ya andaba mi alma cansada y, aunque quería, no le dejaban descansar las ruines costumbres que tenía. Acaecióme que, entrando un día en el oratorio, vi una imagen que habían traído allí a guardar, que se había buscado para cierta fiesta que se hacía en casa. Era de Cristo muy llagado y tan devota que, en mirándola, toda me turbó de  verle  tal, porque representaba bien lo que pasó por nosotros. Fue tanto lo que sentí de lo mal que  había agradecido aquellas llagas, que el corazón me parece se me partía, y arrojéme cabe Él con grandísimo derramamiento de lágrimas, suplicándole me fortaleciese ya de una vez para no ofenderle” (Santa Teresa de Jesús, Libro de la Vida 9, 1-3).

Id

El buen espíritu trabaja en la vida cotidiana, nos envía: «id», nos entrega su Espíritu y nos acompaña SIEMPRE.

No hay unión a Cristo sin misión

Acercándose, Jesús les dijo: «Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Id, y haced que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he enseñado. Y yo estaré siempre con vosotros hasta el fin del mundo». Como diría Santa Teresa: «No existe unión a Cristo sin misión».

Amor, desasimiento y humildad

Amor, desasimiento y humildad: “Solas tres cosas me extenderé en declarar […] la una es amor unas con otras; otra, desasimiento de todo lo creado; la otra, verdadera humildad, que aunque la digo a la postre, es la principal y  las abraza todas” (Santa Teresa de Jesús, Camino de Perfección, V 4,6-7).

Oraciones

Los jueves, en la sede de Crismhom celebramos oraciones. Donde dos o más se juntan en mi nombre, allí estoy…  Mateo dieciocho veinte. Vuestro paco casi nunca puede estar allí físicamente.

 

Os comparto ahora algunas oraciones que me gusta hacer. Son muy breves, el formato que se lleva ahora quienes estamos contagiados de la delirante vida urbana occidental y no tenemos fácil escapatoria.

 

Oración,

Oración,

Oración,

Oración,

Oración,

 

Quienes de veras aman a Dios, todo lo bueno aman

Quienes de veras aman a Dios, todo lo bueno aman, todo lo bueno quieren, todo lo bueno favorecen, todo lo bueno loan, con los buenos se juntan siempre y los favorecen y defienden. No  aman sino verdades y cosa que sea digna de amar. ¿Pensáis que es posible quien muy de veras ama a Dios amar vanidades? Ni puede, ni riquezas, ni cosas del mundo, de deleites, ni honras; ni  tiene contiendas ni envidias. Todo porque no pretende otra cosa sino contentar al Amado. Andan muriendo porque los ame, y así ponen la vida en entender cómo le agradarán más” (Camino de Perfección 40,3).

Hiriéronme sin razón

Hiriéronme sin razón: En su reforma del Carmelo dirá a sus hermanas “¡Oh hijas mías! no os aseguréis ni os echéis a dormir, que será como el que queda muy sosegado de haver cerrado muy bien sus puertas por miedo de ladrones y se los deja en casa”. Advierte contra la vanidad y la autosuficiencia, aconsejando huir de frases como “razón tuve”, “hiriéronme sin razón”, “no tuvo razón la hermana”. Dirá “¡De malas razones nos libre Dios! […] La que no quisiere llevar cruz, sino la que le dieren muy puesta en razón, no sé yo para qué está en el monasterio”, porque “Estáse ardiendo el mundo […]” y “No es tiempo de tratar con Dios negocios de poca importancia” porque “No hay unión a Cristo sin misión” y “Lo que más os despertase a amar, eso haced” (Santa Teresa de Jesús).

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