Ardo en celo
Ardo en celo por ti y no estás, salgo al monte y te espero en pié, pero tú no vienes no. Ni huracán ni terremoto, ni fuego abrasador … y en el ruido de un silencio te oí. Mi Señor, mi Señor (1 Reyes 19, 9-13).
Ardo en celo por ti y no estás, salgo al monte y te espero en pié, pero tú no vienes no. Ni huracán ni terremoto, ni fuego abrasador … y en el ruido de un silencio te oí. Mi Señor, mi Señor (1 Reyes 19, 9-13).
Puedo tratar como con amigo: “Veía que, aunque era Dios, que era Hombre, que no se espanta de las flaquezas de los hombres, que entiende nuestra miserable compostura, sujeta a muchas caídas por el primer pecado que Él había venido a reparar. Puedo tratar como con amigo, aunque es el Señor” (Libro de la Vida 37, 6).
Canción de Luis Guitarra, que una tarde tuvimos la suerte de escucharle aquí, en Crismhom, con su guitarra, claro.
¡Paz & Bien!
Cuando veamos a un buen amigo o amiga que no anda bien, querámoles mucho, hagamos cosas con mucho cariño por y con ellos. Sin entrar en dinámicas de reproches, que es mejor no hacer juicios y simplemente querer y amar.
Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor.
Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos (S. Agustín de Hipona).
…que cuando yo era pequeño se llamaba Amor propio. Las palabras de conceptos muy usados, de cosas sometidos a desgaste, se cambian a menudo, como esos mismos objetos desgastados. Por defecto, los gais tenemos la autoestima siempre en guardia contra la hostilidad de alrededor.
Hoy jueves me estoy acordando de algunas citas y lecturas, disculpadme que las ponga aquí en torrente, descolocadas. La más divertida, Madrid, 1990. Carmen, cuarentona, espera de noche en casa la llegada de Antonio, cónyuge. Tarda mucho, y cae en el remolino de la preocupación. Se pone a llorar a la una menos cuarto,
Porque si el demonio nos comienza a amedrentar con que nos faltará la salud, nunca haremos nada […] Si no nos determinamos a tragar de una vez la muerte y la falta de salud, nunca haremos nada (Camino de Perfección, Santa Teresa de Jesús).
Contemplando a personas muy queridas vomitando sapos y culebras afincados en las entrañas durante meses. Contemplando diálogos acalorados, pero por una vez hechos con cariño. Viendo heridas enquistadas, juicios, prejuicios, faltas de acierto. Mirando también conversaciones sinceras, duras pero con el cariño capaz de vencer las diferencias.
No juzguéis y no os juzgarán. Porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros. Gracias, Señor, porque tu forma de juzgarnos es entregar tu vida por nosotros.
El que siembra tacañamente, tacañamente cosechará; y el que siembra generosamente, generosamente cosechará. Cada uno dé como haya decidido su conciencia; no a disgusto ni por compromiso; porque al que da de buena gana lo ama Dios. Tiene Dios poder para colmaros de toda clase de favores, de modo que, teniendo siempre lo suficiente, os sobre para obras de caridad. Como dice la Escritura: «Reparte limosna a los pobres, su caridad es constante, sin falta.» El que proporciona «semilla para sembrar y pan para comer», os proporcionará y aumentará la semilla, y multiplicará la cosecha de vuestra caridad. Siempre seréis ricos para ser generosos, y así, por medio nuestro, se dará gracias a Dios.
Dios trabaja cuidadosamente. Se implica en lo que hace, se hace público, va dejando su huella. Para que mi trabajo me humanice, tenemos que dejar nuestro sello personal. El trabajo es una bendición y el descanso es parte del trabajo.