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Tomad, Señor, y recibid

Tomad, Señor, y recibid, toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad.
Todo mi haber y mi poseer. Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno.
Todo es vuestro. Disponed de todo a vuestra voluntad.
Dadme vuestro amor y gracia, que esta me basta (San Ignacio de Loyola).

Todo va a ir bien

Todo va a ir bien Mientras haya un horizonte en esta tierra, mientras no pierdas las ganas de reír, mientras brille en nuestro cielo alguna estrella, no te rindas, no te canses de vivir.

TODO VA A IR BIEN, TODO VA A IR BIEN TODO, TODO, TODO TODO VA A IR BIEN

Mientras haya quien denuncie en las aceras, la injusticia, las promesas sin cumplir… Mientras quede algún peldaño en tu escalera, no te pares, no lo dejes sin subir. Mientras siga amaneciendo en cada aldea, mientras falte una canción por escribir, mientras sepas que aún te merece la pena, no te calles, no te quedes sin decir…

TODO VA A IR BIEN… TODO VA A IR BIEN… …DE ALGUN MODO SÉ QUE TODO… TODO VA A IR BIEN.

Pongo mi vida en tus manos

Pongo mi vida en tus manos.
Padre mío me abandono a Ti.
Haz de mí lo que quieras.
Estoy dispuesto a aceptarlo todo.
Porque Tú, Tú eres mi Padre.
(Luis Guitarra)

http://www.youtube.com/watch?v=2P-XxlfAoGk&feature=youtube_gdata_player

Un caño, ¡qué poca cosa, Señor!

Caño de una fuente de caminantes. Los que pasan se fijan en el agua, pero ¿y en el caño? Si fuera de oro seguro que me mirarían, pero ¡qué poco tiempo estaría en la fuente del camino! Iría a parar a un museo tal vez, o a un taller de fundición. Dejaría de ser útil, de recibir y dar agua. ¿Y si fuera de plata? A lo mejor duraría un poco más. Pero, acabaría quizás en una vitrina o transformado en algo más valioso.

Pero soy muy poca cosa, Señor, ¡un caño de hierro, latón, hojalata! ¡Qué más da, nadie se fija en mí! Pero, ¡qué me importa! Sé que fuente sin caño, dejaría de ser fuente.

Aquí estoy para recibir el agua limpia y fresca y simplemente ofrecerla al caminante, para apagar su sed, al cansado, para hacer un alto en el camino al sudoroso, para refrescarle.

No aspiro a más, pero tampoco a menos. Sé que sólo presto un servicio. Doy lo que recibo. Nada me quedo para mí. Soy para los otros.

Nunca podré terminar de darte GRACIAS

Tú sales a mi encuentro, tú estás allí, Tú estás en todas partes, Tú haces de la oscuridad luz y de la noche día. Por eso todo es claro para ti. Señor, Tú me has creado, Tú me has hecho un corazón para ti.

Nunca podré terminar de darte gracias, por todas las maravillas que has hecho en mí y en todas las cosas. Son más que las arenas del mar porque no se pueden contar.

Señor, te he descubierto, ya NO estoy SOLO. Jamás, jamás te cansarás de amarme, TU AMOR ES UNA MARAVILLA.

Señor, yo también te quiero conocer,quiero escuchar tu palabra. Yo a veces no sé lo que quieres decir, pero veo tu amor por nosotros. Señor, yo también te quiero, mira mi corazón. Tú sabes lo bueno y lo malo y Tú sabes que te quiero. Abre mi corazón y llénalo de Ti. Te quiero conocer como Tú me conoces a mí. No me dejes solo en el camino, llévame de tu mano y GUÍAME HACIA TI (Sal 138).

Del que se siente amado por Dios

Señor, Tú me miras, me penetras y me amas, me conoces cuando me siento y me levanto.
Tú conoces los pensamientos de mi corazón, cuando camino o descanso, Tú cuidas de mí, Tú adivinas lo que voy a hacer …
Tú me crees, Tú me amas, Tú me guias, Tú me cuidas.
Las palabras no han salido de mi boca y ya sabes lo que voy a decir. Me quieres tanto que tu cariño me envuelve por todas partes, me cubres y me escondes entre tus manos.
Eres inmenso, eres grandioso, eres sabio. No te puedo comprender ni alcanzar porque eres muy grande para mí. Tampoco puedo huir de tu mirada, porque me buscas, con ternura, de día y de noche, por todas partes y aunque me esconda de ti, Tú sales a mi encuentro, tú estás SIEMPRE ahí (Sal 138).

Amor saca amor

Que amor saca amor: “[…]  que  siempre  que  se  piense  de  Cristo,  nos  acordemos  del  amor  con  que  nos  hizo tantas  mercedes  y  cuán  grande  nos  le  mostró  Dios  en  darnos  tal  prenda  del  que  nos  tiene; que amor saca amor.  Y  aunque  sea muy  a los  principios  y  nosotros muy  ruines,  procuremos ir mirando  esto  siempre  y despertándonos  para  amar; porque  si  una  vez  nos hace el Señor merced que se nos imprima en el corazón este amor, sernos ha todo  fácil y obraremos muy en breve y muy sin trabajo” (Libro de la Vida 22, 14).
 

Dar con el sitio de cada uno

¡Oh, qué grandísima caridad haría y qué gran servicio a Dios, la monja que se viese que no puede llevar las perfecciones y costumbres que hay en esta casa, conocerse e irse y dejar a las otras en paz! Y aun en todos los monasterios (al menos si me creen a mí) no la tendrán ni darán profesión hasta que de muchos años esté probado a ver si se enmiendan. No llamo faltas en la penitencia y ayunos; porque (aunque lo es) no son cosas que hacen tanto daño. Mas unas condiciones que hay de suyo amigas de ser estimadas y tenidas y mirar las faltas ajenas y nunca conocer las suyas y otras cosas semejantes, que verdaderamente nacen de poca humildad. Si Dios no favorece con darla gran espíritu, hasta de muchos años verla enmendada, os libre Dios de que quede en vuestra compañía. Entended que ni ella sosegará ni os dejará sosegar a todas (Camino de Perfección 13.5, Santa Teresa de Jesús).

Rut y Noemí

¡Extraños instrumentos de Salvación! dos mujeres solas de las que Dios se sirvió, una gentil y otra judía, Noemí «la Dulce», Rut «la Amiga», obligadas por el hambre a emigrar a la ciudad del Pan.

Sin tierra, sin marido ¡es el final! Sin hijos que su historia puedan eternizar. Una, la muerte; otra, la vida; Noemí «la Amarga»; Rut «Fuerza activa», amistad que es signo de fidelidad, fidelidad de Dios.

DONDE TÚ VAYAS, YO IRÉ, DONDE TÚ HABITES, HABITARÉ (2)

TU PUEBLO SERÁ MI PUEBLO, TU DIOS SERÁ MI DIOS.

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