Osando pensar que si no hacen como yo, hacen mal

Y viene otro daño de aquí, que es juzgar a otros: como no van por nuestro camino, sino con más santidad (por aprovechar el prójimo tratan con libertad y sin esos encogimientos [creerse mejores]), luego os parecerán imperfectos. Si tienen alegría santa, parecerá disolución, en especial en las que no tenemos letras ni sabemos en lo que se puede tratar sin pecado. Es muy peligrosa cosa y un andar en tentación continuo y muy de mala digestión, porque es en perjuicio del prójimo; y pensar que si no van todos por el modo que vos, encogidamente [creyéndose mejores], no van bien, es malísimo. Y hay otro daño: que en algunas cosas que habéis de hablar (y es razón habléis) por miedo de no exceder en algo, no osaréis sino por ventura decir bien de lo que sería muy bien abobinaseis (Santa Teresa de Jesús, Camino de Perfección 41, 6).

«¡(…) edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros padres mataron!»

Día litúrgico: Jueves XXVIII del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 11,47-54): En aquel tiempo, el Señor dijo: «¡Ay de vosotros, porque edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros padres mataron! Por tanto, sois testigos y estáis de acuerdo con las obras de vuestros padres; porque ellos los mataron y vosotros edificáis sus sepulcros. Por eso dijo la Sabiduría de Dios: ‘Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán’, para que se pidan cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, os aseguro que se pedirán cuentas a esta generación. ¡Ay de vosotros, los legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido».
Y cuando salió de allí, comenzaron los escribas y fariseos a acosarle implacablemente y hacerle hablar de muchas cosas, buscando, con insidias, cazar alguna palabra de su boca.

Imágenes cotidianas

Se me escapan muchas imágenes cotidianas, escenas del día a día por no acabar de tener tiempo en pararme a mirarlas. Me maravillo contemplando estas escenas, escenas de lo más simple de este mundo pero vistas desde fuera de él. Este mundo no las ve, aunque no soy el único que lo hace. Yo las veo sin esfuerzo, sin buscarlo y me maravillo. Sin embargo, por no concederme un segundo en mirarlas, en ocasiones se me escapan.

Constructores, Compañeros y Esposos

 ¡Con qué poco te contentas mi Dios!

Solo nos pides amor y tu corazón se abre y ¡derrama TODO!

Si fuera tan fácil con el corazón orgulloso de los hombres….

Creo que LA PALABRA se encarna en nuestra vida y en el vivir se expresa pero los humanos tenemos la tendencia de idolatrar.

Idolatramos nuestros esquemas de creencias, nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras iglesias, nuestras «vocaciones», nuestros miedos, nuestros seres queridos, nuestra propia vida, etc., etc., etc.

«Esto es lo que había que practicar aunque sin omitir aquello»

Día litúrgico: Miércoles XXVIII del tiempo ordinario

Santoral 12 de Octubre: Nuestra Señora del Pilar

Texto del Evangelio (Lc 11,42-46): En aquel tiempo, el Señor dijo: «¡Ay de vosotros, los fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de toda hortaliza, y dejáis a un lado la justicia y el amor a Dios! Esto es lo que había que practicar aunque sin omitir aquello. ¡Ay de vosotros, los fariseos, que amáis el primer asiento en las sinagogas y que se os salude en las plazas! ¡Ay de vosotros, pues sois como los sepulcros que no se ven, sobre los que andan los hombres sin saberlo!». Uno de los legistas le respondió: «¡Maestro, diciendo estas cosas, también nos injurias a nosotros!». Pero Él dijo: «¡Ay también de vosotros, los legistas, que imponéis a los hombres cargas intolerables, y vosotros no las tocáis ni con uno de vuestros dedos!».

Lo que a Dios le agrada

Pero ahora, Señor, somos el más pequeño
de todos los pueblos;
hoy estamos humillados por toda la tierra
a causa de nuestros pecados.

En este momento no tenemos príncipes,
ni profetas, ni jefes;
ni holocausto, ni sacrificios,
ni ofrendas, ni incienso;
ni un sitio donde ofrecerte primicias,
para alcanzar misericordia.

Por eso, acepta nuestro corazón contrito
y nuestro espíritu humilde,
como un holocausto de carneros y toros
o una multitud de corderos cebados.

Que éste sea hoy nuestro sacrificio,
y que sea agradable en tu presencia:
porque los que en ti confían
no quedan defraudados.

«Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros»

Día litúrgico: Martes XXVIII del tiempo ordinario

Santoral 11 de Octubre: Santa Soledad Torres Acosta, religiosa

Texto del Evangelio (Lc 11,37-41): En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entrando, pues, se puso a la mesa. Pero el fariseo se quedó admirado viendo que había omitido las abluciones antes de comer. Pero el Señor le dijo: «¡Bien! Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad. ¡Insensatos! el que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior? Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros».

«Esta generación es una generación malvada; pide una señal»

Día litúrgico: Lunes XXVIII del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 11,29-32): En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente alrededor de Jesús, Él comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás».

«¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!»

Día litúrgico: Domingo XXVIII (C) del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 17,11-19): Un día, sucedió que, de camino a Jerusalén, Jesús pasaba por los confines entre Samaría y Galilea, y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia y, levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!». Al verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes». Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios. 

«¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!»

Día litúrgico: Sábado XXVII del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Lc 11,27-28): En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, sucedió que una mujer de entre la gente alzó la voz, y dijo: «¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!». Pero Él dijo: «Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan».