Mirando la viña del Señor. Viendo en ocasiones a cada viñador a lo suyo, sin gran comunidad. Pensando en la vida eterna o la resurrección para algunas personas no como algo que se recibe en esta vida, sino un estado en el que uno se libra de ella. Teniendo que ir más allá de la vivencia con los viñadores, quedándome únicamente con el Dueño.