Se dueño de tu dolor

Te preguntas si es bueno compartir tus esfuerzos con los demás, especialmente con quienes estas llamado a atender. Se te hace difícil no mencionar tus propios dolores y penas ante aquellos a quienes estas tratando de ayudar. Sientes que lo que pertenece al corazón de tu humanidad no tendría que ocultarse; quieres ser un compañero de viaje y no un guía distante.

Acepta tu identidad como hijo de Dios

Tu verdadera identidad es ser hijo de Dios. Esta es la identidad que debes aceptar. Una vez que la has sostenido y te has instalado en ella, puedes vivir en un mundo que te da tantas alegrías como dolores. Puedes recibir los elogios y también la culpa que te llega como una oportunidad de fortalecer tu identidad básica, porque la identidad que te libera esta anclada más allá de todo elogio y culpa humana. Perteneces a Dios, y como hijo de Dios se te ha enviado al mundo.

Necesitas guía espiritual. Necesitas personas que puedan mantenerte anclado en tu verdadera identidad. La tentación de desconectarte de ese punto profundo de tu interior en el cual Dios reside, y de dejarte ahogar en los elogios o en la culpa del mundo, siempre se conserva.

Exige que tu presencia sea única en tu comunidad

Tu presencia única en tu comunidad es el modo en que Dios quiere que te presentes ante los demás. Diversas personas tienen formas diferentes de estar presentes. Tú debes conocer y defender tu forma. Por eso es tan importante el discernimiento. Una vez que tienes un conocimiento interior de tu verdadera vocación, tienes un punto de orientación. Eso te ayudara a decidir que hacer y de que liberarte, que decir y sobre que temas callar, cuando salir y cuando quedarte en casa, con quien estar y a quien evitar.

Permítete ser plenamente recibido

Entregarte a los demás sin esperar nada a cambio solo es posible cuando has sido plenamente recibido. Cada vez que descubres que esperas algo a cambio de lo que has dado o te desilusionas cuando no se te retribuye nada, vas tomando conciencia de que aun no has sido plenamente recibido. Únicamente cuando te sabes incondicionalmente amado (es decir, plenamente recibido) por Dios, puedes dar en forma gratuita. Dar sin esperar nada a cambio es confiar en que todas tus necesidades serán cubiertas por Aquel que te ama incondicionalmente. Es confiar en que no necesitas proteger tu propia seguridad, sino que puedes entregarte completamente al servicio de los demás.

Deja que lo profundo se comunique con lo profundo

Cuando “amas” a alguien, o “pierdes” a alguien, experimentas un dolor interior. Poco a poco, debes descubrir la naturaleza de este dolor. Cuando tu ser mas profundo se conecta con el ser mas profundo del otro, la ausencia de esa persona puede resultar dolorosa, pero te llevara a una profunda comunión con la persona, pues amarse los unos a los otros es amarse en Dios. Cuando el lugar que Dios ocupa en ti esta íntimamente conectado con el lugar que Dios ocupa en el otro, la ausencia de la otra persona no es destructiva. Al contrario, te desafía a entrar en una comunión mas profunda con Dios, fuente de toda unidad y comunión entre las personas.

Mantente de pie en tu pena

La pregunta es: “¿Puedes mantenerte de pie en tu soledad, tus temores y tu sensación de ser rechazado?” El peligro es que estos sentimientos te arrebaten. Estarán aquí durante mucho tiempo y te seguirá tentando ahogarte en ellos. Pero se te pide que los reconozcas y los registres, mientras sigues en pie.

Ama profundamente

No vaciles en amar, y amar profundamente. Puedes tener miedo del dolor que puede provocar el amor profundo. Cuando aquellos a quienes amas profundamente te rechazan, te dejan o mueren, tu corazón se quiebra. Pero eso no debería impedirte amar profundamente. El dolor que proviene del amor profundo hace tu amor aun más provechoso. Es como un arado que rompe la tierra para permitir a la semilla echar raíces y crecer hasta convertirse en una planta fuerte. Cada vez que sientes el dolor del rechazo, de la ausencia o de la muerte, enfrentas una decisión. Te puedes volver amargo y decidir no volver a amar, o te puedes poner de pie en tu dolor y dejar que el suelo sobre el cual estas se enriquezca y pueda dar vida a nuevas semillas.

Sigue unido al cuerpo mas grande

Tu propio crecimiento no puede tener lugar sin el crecimiento de los demás. Eres parte de un cuerpo. Cuando cambias, el cuerpo todo cambia. Es muy importante para ti seguir profundamente conectado con la gran comunidad a la cual perteneces.

Recibe todo el amor que llegue a ti

Al mismo tiempo que te puedes sentir física y mentalmente fuerte, sentirás una corriente submarina de angustia. Duermes bien, trabajas bien, pero hay algunos momentos de vigilia en los cuales no sientes ese dolor palpitante en tu corazón que hace que todo parezca estar en el aire. Sabes que estas progresando, pero no puedes entender por que esta angustia sigue invadiendo en todo lo que piensas, dices o haces. Hay aun un dolor profundo e irresuelto, pero no te lo puedes quitar de encima. Existe mucho más allá de tu alcance.

Recibe todo el amor que llegue a ti

Al mismo tiempo que te puedes sentir física y mentalmente fuerte, sentirás una corriente submarina de angustia. Duermes bien, trabajas bien, pero hay algunos momentos de vigilia en los cuales no sientes ese dolor palpitante en tu corazón que hace que todo parezca estar en el aire. Sabes que estas progresando, pero no puedes entender por que esta angustia sigue invadiendo en todo lo que piensas, dices o haces. Hay aun un dolor profundo e irresuelto, pero no te lo puedes quitar de encima. Existe mucho más allá de tu alcance.

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