Amar

La vida espiritual se resume en amar. No se ama cuando se quiere hacer el bien, o ayudar, o proteger a alguien. Si obramos asi, estamos viendo al otro como un simple objeto, y a nosotros mismos como personas generosas y sabias. Esto no tiene nada que ver con el Amor. Amar es estar en comunión con el otro, y descubrir en él el fuego de Dios (Thomas Merton).

Una mula providente

camino iba Ignacio de Loyola y encontróse con un moro. Hablando de Nuestra Señora diole el moro razones, sin poderlas contravenir, de que la Virgen no podía ser tal. Y adelantándose el moro, díjole que pararía en una villa junto al camino real. Quedándose muy incómodo Ignacio y con deseo de apuñalarlo por deshonrarla, sin saber qué hacer, dejó a la mula sin riendas en donde se dividía el camino real. Y aunque el camino hacia la villa del moro era más amplio y el destino era visto, continuó la mula por el camino real.

Haciéndose hombre, uno de tantos

Contemplando el mal en el mundo, la guerra, la explotación con un profundo sentimiento de impotencia. Contemplando a las tres personas divinas mirando la situación en el mundo. Viéndose afectadas hondamente por esta situación, deciden enviar a una de ellas para salvar al mundo. Haciéndose hombre, uno de tantos, nacido en un pesebre en medio de pastores.

Oración ecuménica de los jueves: Sobre los ídolos

La primera preocupación del hombre en general es la búsqueda ansiosa de lo necesario para dar seguridad a la existencia. Donde ponemos nuestra seguridad, ahí encontramos nuestro valor supremo, nuestros afanes, obsesiones y preocupaciones. Nuestros ídolos que a menudo mantenemos escondidos: el dinero, la ambición, el éxito profesional, yo como centro de todo, la tendencia a estar por encima de los demás, la pretensión de ser los únicos amos de nuestra vida, y muchos otros. Esta adoración idolátrica nos encierra en nosotros mismos e imposibilita la apertura a Dios y a los hermanos. Obsesión por competir, especular y acumular, frente a la vida y la relación desinteresada con los demás. El Reino empieza a estar presente entre nosotros cuando posibilitamos la fraternidad, cuando hay confianza y no competitividad, la ayuda es recíproca y el compartir espontáneo. Transformar la preocupación en ocupación. Creer en Dios, poner en Él nuestra confianza, es sostenernos en Él.

En desacuerdo con seguir a Cristo

¿Pensáis que he venido a traer la paz a la tierra? No, os digo que he venido a traer la división.
Padre contra hijo e hijo contra padre, madre contra hija e hija contra madre, suegra contra nuera y nuera contra la suegra».
Nunca se me dijo que por seguir a Jesús, la gente a mi alrededor va a estar de acuerdo. Si esto me puede pasar con las personas más cercanas, ¡cuánto más con el resto!

Devorando palabras

Cuando encontraba palabras tuyas las devoraba; tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque tu nombre fue pronunciado sobre mí, Señor, mi queridísimo Señor.

Contemplando cosas sencillas y pequeñas

Contemplando cosas sencillas y pequeñas. Unos niños pequeños visitando a un familiar que había buscado unos caracoles para que jugaran llenos de ilusión. Una madre valorando y tratando de acertar en cómo tratar a su hijo al coger una rabieta sin sentido. Ahorrando una fuerte cuesta a unos familiares mayores para que fueran a misa. Contemplar la alegría de una tía que recibe a su sobrino porque prefiere estar con ella en un pequeño pueblo, que en la gran urbe.

Cuestiones menos importantes

Ante el silencio de mi Señor ante las preguntas importantes que le hago, me siento guiado a responder sobre cuestiones que a mi juicio son menos importantes. Tratando de dar respuesta, encuentro más paz y alegría. Y veo la sabiduría de mi Señor, que me conduce por este camino antes de dar respuesta a mis grandes preguntas.

Con gran sensación de alegría

Estando Ignacio de Loyola recuperándose de su herida del asedio en Pamplona y queriendo leer libros de caballerías para pasar el rato, sólo le pudieron dar vidas de santos. Viéndose él pensando en grandes hazañas como caballero o compitiendo en proezas con los santos, encontraba gran gusto y consolación. Sin embargo, pasado un tiempo las proezas de caballero que había imaginado le dejaban vacío y baldío, mientras que las de los santos permanecían, dejándole gran sensación de alegría.

Afecto y razón sobre lo más conveniente

Quiera mi Señor mover mi voluntad para tomar decisiones acertadas. Poniendo día a día en mi ánima, afecto y razón sobre lo más conveniente. Deseando y eligiendo ir acertando en las pequeñas decisiones diarias, para que así educado, tenga a bien mi Señor concederme la dicha de acertar en las grandes decisiones. Eligiendo con su favor y ayuda, lo que sea vuestro mayor servicio y alabanza.