Conectando con las emociones

Señor mío, enséñame a conectar con mis emociones de rabia y alegría. Sentir la rabia cuando me siento injustamente tratado, identificarla y echarla fuera de mí aclarando por qué me siento así y reclamando ser tratado como merezco. Conectar también con la alegría. Poder sentir y expresar con efusión el acierto de acciones y gestos propios y ajenos. Permitir que el corazón se esponge y alegre, reconocer a otros y a mí mismo logros y pasos hacia adelante dando tiempo a disfrutarlos y agradecerlos antes de pasar a otra cosa.

Hermanita Magdelaine

Hermanita Magdelaine. Un carisma universal hasta llegar hasta la inter-religiosidad. En medio de la ternura entre los más pobres, el denominador común es tener un hondo sentido de la vida y experimentar un deseo intenso de fraternidad.

Vivir las reformas y cambios desde abajo, desde fuera y desde dentro. Jesús de Nazaret escogió el último lugar y ese puesto ya nadie se lo podría arrebatar. Desde lo pequeño entre los más pequeños. Saliendo a las fronteras para tender puentes. Cayendo de bruces ante el Señor, para poder respetarse y hacerse respetar en el resto de situaciones de la vida. Aprendiendo a compartir solidariamente el tiempo tras un día de intenso trabajo.

Enfermeros de enfermos crónicos

No hay persona más sensible al sufrimiento del otro que quien lo ha pasado mal. Es la capacidad de detectar el dolor del otro de quien ha pasado por esa experiencia. Nos hacemos especialistas privilegiados. Tenemos talentos por el simple hecho de haber sido desdeñados y humillados. Ser enfermos crónicos nos capacita para ser enfermeros de enfermos crónicos. Y a los pobres siempre los vamos a tener con nosotros (Anotaciones de la charla de Juan en la convivencia de CRISMHOM).

Endodiscriminación

Endodiscriminación, exclusión entre los excluidos. ¿Cuál es mi actitud? Vamos de perros apaleados deseosos de caricias o también miramos al mundo y nos sentimos enviados a acariciar y paliar las necesidades de los demás? Es posible ser misericordioso. La misericordia es el pálpito de mi corazón junto al de la persona de al lado. Pasar de la fe individual que quiere salvarse a sí misma haciendo cosas buenas, a embarrarse por los demás antes de empeñarse en hacer «buenas obras» para «quitarse» el barro (Anotaciones de la charla de Juan en la convivencia de CRISMHOM).

personas de referencia

Concede a tu humilde siervo su lugar. Que reconozca y descubra que quizá ese lugar que ha ocupado desde hace años es en realidad el suyo. Gracias por tener personas de referencia en mi vida, que me ayudan a no ceder en la prueba y a sentir que mi Señor se hace presente, a dar importancia a lo que de verdad la tiene. Gracias, mi Señor, gracias.

Amando mucho

A quien mucho se le perdona es porque ama mucho y por mucho amar también se mete la pata. A quien poco se le perdona es porque poco ama. Porque quien poco hace por los demás, poco se equivoca.

Diez años de CRISMHOM. GRACIAS

Hoy celebración del X aniversario de CRISMHOM. Gracias, mi Señor, por diez años de desvelos, tensiones, tiempo y trabajo. Gracias porque te encontré justo ahí, aunque a veces fuera a toro pasado. Gracias, porque también hubo y hay mucha alegría y consuelo. Aquí conocí a algunos de mis mejores amigos. También a otras personas que considero y siento hermanas y hermanos en la fe. Concédenos seguir recibiendo el regalo de tu presencia y encuentro para los próximos diez años. Gracias, muchas gracias.

Antes los desean y los piden y los aman

Ahora mirad que tengo por muy cierto los que llegan a la perfección, que no piden al Señor los libre de los trabajos ni de las tentaciones ni persecuciones y peleas; que este es otro efecto muy cierto y grande de ser espíritu del Señor, y no ilusión, la contemplación y mercedes que su majestad les diere; porque (como poco ha dije) antes los desean y los piden y los aman (Santa Teresa de Jesús, Camino de Perfección 38, 1).

Parábola del buen hombre y sus dos amigos

El Reino de Dios se parece a un buen hombre que invitó a dos de sus amigos a pasar unos días en una casa que tenía junto a la playa. Uno de ellos era una vieja amistad de hacía años. El otro, unos años más joven, era extranjero y aunque amigo, quizá no tan allegado como aquel. Una noche el amigo allegado y el que era más joven, que compartían habitación, se miraron, se abrazaron, se amaron. Unos días más tarde, el más joven regresó a la casa de residencia de aquel buen hombre a pasar unos días antes de regresar a su país. El amigo más allegado también regresó antes y fue a buscar al más joven en la casa de aquel que les invitó a la playa. Desayunaron y se fueron a dar un paseo. Unas horas más tarde, aquel buen hombre escribió a su amigo más allegado mostrándole su profundo malestar de que sus dos amigos hubieran utilizado su casa para amarse a sus espaldas mientras él seguía aún en la playa.