Principio y Fundamento
El fundamento de mi vida es descubrir que aunque no sé con claridad el lugar donde quiero estar mañana, sí sé que quiero estar cerca de mi Señor y que lo que hago hoy me acerca más y más a un encuentro cada vez más cotidiano con Él junto a los que me rodean.
El fundamento de mi vida es constatar que con los años, mi opción de acompañar servir a los demás se hace realidad en decisiones concretas en las que no tengo que pensar si me entrego o no, porque la respuesta por defecto es que sí. Constatar que voy a tener que aprender a vivir siempre con la tensión e incertidumbre de no saber si estoy en mi sitio sino confiar que Dios proveerá.
El fundamento de mi vida es ser poco a poco más consciente de que yo también tengo necesidades, que necesito cariño y descanso, respetarme y hacerme respetar, tener tiempo para estar conmigo mismo, para no hacer nada, para dejar hacer a otros y para vivir con paz que no voy a llegar a todas las personas a las que me gustaría.