Nadie fue ayer
Nadie fue ayer,
ni va hoy,
ni irá mañana hacia Dios,
por este mismo camino que yo voy.
Para cada hombre
guarda un rayo nuevo de luz
el sol
y un camino virgen,
Dios.
León Felipe 1884-1968.
Nadie fue ayer,
ni va hoy,
ni irá mañana hacia Dios,
por este mismo camino que yo voy.
Para cada hombre
guarda un rayo nuevo de luz
el sol
y un camino virgen,
Dios.
León Felipe 1884-1968.
eldiario.es: Crismhom, Comunidad de Cristianas y Cristianos LGTB de la comunidad de Madrid, nos planteamos que la charla convocada para el próximo 11 de febrero a cargo de Philippe Ariño y auspiciada por la Delegación de Juventud del Arzobispado de Barcelona no muestra la realidad de los hombres homosexuales. Tememos que la charla esté sesgada hacia determinada ideología y prejuicios que sabemos que aún poseen determinadas jerarquías de la Iglesia Católica.
Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que ves desnudo, y no te cierres a tu propia carne.
Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor y te responderá; gritarás, y te dirá: «Aquí estoy».
Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía» (Isaías 58, 7-10).
El Señor es mí luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?
Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo.
Él me protegerá en su tienda el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca.
Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio; no me deseches (Salmo 25).
No hagas a otro lo que a ti no te agrada. Da tu pan al hambriento y tu ropa al desnudo. Pide consejo al sensato y no desprecies un consejo útil. Bendice al Señor Dios en todo momento, y pídele que allane tus caminos y que te dé éxito en tus empresas y proyecto (Tobías 4,16-17. 19-20).
Desde la memoria del año que termina, recibe con alegría y esperanza el nuevo que comienza. Damos gracias por personas de referencia que nos acompañaron, nos ayudaron a extraer lo positivo y a quitar fuego a las dificultades. Las que nos dieron la intuición del tipo de personas que queremos ser.
Nos hacemos conscientes de que la mayor parte de nuestros agobios y prisas son momentos que no somos capaces de recordar y que lo que recordamos es lo que de verdad es importante.
Damos gracias por familiares y amigos que están con nosotros y por los que ya siempre lo seguirán estando.
Año Nuevo, la vida sigue, proyectos nuevos y antiguos, buenos deseos que hacemos realidad, situaciones que dejamos atrás para acoger otras nuevas y gestos y compromisos que nos ayudan a aspirar a hacer un mundo algo mejor yendo más allá de la buena voluntad.
Que traiga lo que traiga el nuevo año, sepamos filtrar y quedarnos con lo positivo y aprender de lo que rompe nuestros planes y quiebra la esperanza de nuestra vida.
¡¡¡Feliz Año Nuevo!!!
Me conmovió descubrir a Javier tan afectivo y tan solo y aún más pensar que cuando se despidió de Ignacio al partir a las Indias, nunca más volverían a verse.
Intentando aproximarnos a San Francisco Javier trascendiendo el tópico de santos que mean agua bendita, tan lejanos de nuestra realidad concreta. Figura separada por 500 años, rodeada de proezas humanas y divinas que debemos trascender porque al fin y al cabo es una persona de carne y hueso como nosotros. Francisco Javier es santo tan popular que hasta eclipsa al propio Ignacio de Loyola. En sus cartas se percibe una ternura y afecto por otras personas extraordinario, lleno de una modernidad muy poco común de su tiempo, afecto entre otros a Ignacio de Loyola.
Desde Crismhom, comunidad de cristianos y cristianas LGTB+H de Madrid, hemos recibido con alarma y tristeza la publicación el 8/12/2016 del Documento Vaticano de la Congregación para el Clero “El don de la vocación presbiteral – Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis”.
En efecto, este documento en sus apartados 199, 200 y 201 se refiere a la ordenación de personas con “tendencias homosexuales“, llegando a la conclusión de que no pueden ser admitidos ni al Seminario, ni a las Órdenes Sagradas.
Cuando hablo y discuto sobre la liturgia, si es así o asá, me atrevo a pensar que lo más importante probablemente no es la liturgia, la forma de celebrar. Lo más importante es el hecho de que hay personas a mi alrededor sin trabajo, sintiéndose solas, enfermas, hambrientas, dolidas, sin la confianza para pedir ayuda, sin atreverse a compartir sus sentimientos más íntimos por temor a ser juzgados. Estas cosas rompen la estabilidad y la paz de cualquiera. Entretanto, mientras soy incapaz de estar suficientemente cerca de quien lo necesita, me desahogo hablando y discutiendo sobre la liturgia.