El amor y otros demonios
ECLESALIA, 24/01/13.- Por María Teresa Sánchez Carmona. Cuando parecía que los ánimos se habían serenado tras el revuelo que causó la aprobación del matrimonio homosexual por el Tribunal Constitucional, las incendiarias declaraciones de un obispo vuelven a abrir dolorosas heridas. Me preocupa el sempiterno debate sobre género, sexualidad, matrimonio y familia. Me preocupa y me duele por la dureza de las opiniones vertidas. Porque hay reacciones que – independientemente de qué las origina – traslucen una infinita falta de caridad y un rechazo hacia otras maneras de ser y sentir, fruto de una realidad plural y diversa.