Los Fueguitos
“Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
¿Qué decir? … Soñar, abrazar, cantar … Vivir!
¿Quién duda que Cristo está vivo?
«La ley más profunda del ser humano es su necesidad de Dios, de vida.
¡Quiero un trasplante de corazón!
Hace mucho tiempo que al mirar las estrellas del cielo, recuerdo que Dios cumple su palabra, a veces de forma extraña y nueva.
Si algo he aprendido de estas décadas de caminar en la fe, es que Todo se cumple.
Hay días y días en la vida.