El otro día vino mi madre a la entrega del premio Arco Iris CRISMHOM. Ese día coincidió que también vino una chica transexual que últimamente viene de vez en cuando. Al terminar el acto coincidió mi madre en el baño con ella sin caer en la cuenta que era una mujer transexual. Ella le preguntó a mi madre opinión de si se ponía transparencias en los labios. Mi madre, con toda naturalidad, le dijo que por supuesto. Ella le hizo caso y mi madre concluyó: “¡Ay chica! ¡Mira qué mona estás! Un momento más tarde se empezó a dar cuenta que era una chica trans. Me lo contaba al día siguiente y yo pensé con toda sencillez, que aquella tarde probablemente la única persona que podría haberle dicho a esta encantadora chica trans un comentario así era precisamente mi madre.