Eligiendo con deseo hondo de amar y servir, sin buscarse a uno, el Señor nos abre puertas y caminos. Contemplando personas que tomaron un camino por esta razón y años más tarde hicieron el camino inverso por el mismo motivo. Sin pensar ni valorarlo como error o fracaso, sino como un único camino inspirado por Dios con tramos comunes de ida y vuelta.