La vida espiritual se resume en amar. No se ama cuando se quiere hacer el bien, o ayudar, o proteger a alguien. Si obramos asi, estamos viendo al otro como un simple objeto, y a nosotros mismos como personas generosas y sabias. Esto no tiene nada que ver con el Amor. Amar es estar en comunión con el otro, y descubrir en él el fuego de Dios (Thomas Merton).