¿Acostumbrados a hablar con gente que no conoce a Dios?

La esperanza nos abre el corazón, nos preserva del egoísmo y nos lleva a amar. Es armarse con el yelmo de esperanza en el cielo. La esperanza nos salva de tantas cosas …

Pablo está acostumbrado (como a la mayoría de nosotros) a tratar con personas que no han conocido a Dios. Al conocerlo se llenan de esperanza que les hace vivir de otra manera. Descubrimos que no somos de este mundo y estamos llamados a construir una sociedad nueva. Aunque camine por cañadas oscuras, no tememos porque Dios va con nosotros, es nuestro buen pastor. Esperanza es saber que Dios nos acompaña en comunión. No nos preguntamos cómo tener esperanza para nosotros sino para los demás. La esperanza nace del anuncio de la llegada de Dios.Ll


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