No podemos unirnos como los paganos, que no conocen a Dios

La noche de su boda, Tobías dijo a Sara: «Somos descendientes de un pueblo de santos, y no podemos unirnos como los paganos, que no conocen a Dios». Se levantaron los dos y, juntos, se pusieron a orar con fervor. Pidieron a Dios su protección. Tobías dijo: «Señor, Dios de nuestros padres, que te bendigan el cielo y la tierra, el mar, las fuentes, los ríos y todas las criaturas que en ellos se encuentran. Tú hiciste a Adán del barro de la tierra y le diste a Eva como compañera. Ahora, Señor, tú lo sabes: si yo me caso con esta hija de Israel, no es para satisfacer mis pasiones, sino solamente para fundar una familia en la que se bendiga tu nombre para siempre». Y Sara, por su parte, dijo: «Ten compasión de nosotros, Señor, ten compasión de nosotros. Que los dos juntos vivamos felices hasta la vejez» (Tobías 8, 5-10).


Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad