Jueves Santo: día del amor fraterno

Hoy, día del amor fraterno, de la institución de la eucaristía, de la inauguración del sacerdocio, del amor entregado entre hermanos en la fe. Sabiendo que había llegado su hora, habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo. Día para en todo amar y servir, de renovación del servicio, desde el ministerio sacerdotal y el compromiso de casado o soltero, de padre, madre, amiga o abuelo. Día para arrodiñarse a lavar los pies y también día para dejarse lavar. Día para no querer ni permitirse pensar que Cristo se haya podido olvidar de mí. Día para dar gracias por nuestras dudas, porque nos enseñan a crecer. Día para pedir por los que como Judas traicionaron a Cristo y por aquellos que nos traicionan a nosotros. ¿Cómo devolver al Señor todo el bien que nos ha dado? porque ¡cuánto le cuesta al Señor la muerte de sus fieles! Hoy, sin duda, día del amor fraterno.

Con deseo de crear y formalizar un vínculo con Jesús cerrando un candado, igual que hacen los enamorados en rejas y puentes. Sea la reja donde arriostramos nuestro candado, la del entramado de nuestro compromiso con el amor de Jesús.


Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad