Te seguiré a donde me lleves,
sin adelantarme, sin forzar el paso;
Sabiamente ignorante,
iré donde no sé,
puesto el corazón en ti, te seguiré.
Sin acelerar el paso. A veces queremos ir más lejos de lo que el mismo Dios nos pide. Sin forzar el paso, sin exigir a los demás lo que ni a nosotros mismos nos exigimos.