Imponiendo las manos para que el Espíritu entre y sane

Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús, y comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían que él estaba. En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban curados.

Visualizando personas y órganos enfermos. Imponiendo nuestras manos sobre ellos. Pidiendo a Dios que su Espíritu entre y sane.


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