Canto. Venid conmigo a un lugar tranquilo.
Interiorización: Ver cómo Dios me mira.
Dios nos ha creado para ser felices (dichosos o bienaventurados), pero la historia de la humanidad nos muestra que muchos no buscan la felicidad donde verdaderamente se encuentra. Cuando Jesús llama bienaventurados a los pobres en el espíritu -es decir, a quienes ponen su confianza en Dios en lugar de dejarse esclavizar por el apego a lo material-, a los mansos y humildes, a quienes anhelan la justicia y a quienes obran con misericordia dispuestos siempre a comprender y perdonar, a los limpios de corazón -es decir, a quienes ven y tratan a las demás personas con intenciones rectas-, a quienes trabajan por la paz y a quienes están dispuestos a ser incomprendidos y perseguidos por practicar lo que es justo -es decir, el reconocimiento efectivo de la dignidad y los derechos de todas las personas empezando por los más débiles y necesitados-, nos propone las actitudes necesarias para ser verdaderamente felices. Estas actitudes son las que Él manifestó en su vida terrena. Tenerlas es identificarse con Cristo y su programa.
Canto. Muéveme mi Dios.
El sueño de Dios. Papa Francisco, Evangelii Gaudium, 53.
“Así como el mandamiento de «no matar» pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir «no a una economía de la exclusión y la inequidad». Esa economía mata. No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa. Eso es exclusión. No se puede tolerar más que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre. Eso es inequidad. Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. Como consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida.
Se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar. Hemos dado inicio a la cultura del «descarte» que, además, se promueve. Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y de la opresión, sino de algo nuevo: con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo, en la periferia, o sin poder, sino que se está fuera. Los excluidos no son «explotados» sino desechos, «sobrantes».
Acción de gracias y Peticiones.
PADRENUESTRO.
Por eso, la paz de Jesús viene:
Cuando los padres y los hijos son capaces de perdonarse y amarse mutuamente,
Cuando en el mundo miles de hombres se arrepienten de sus injusticias,
Cuando en las familias dejamos los rencores con los que el mal espíritu nos amordaza la memoria y abandonamos el orgullo de creernos importantes,
Cuando asumimos nuestra pequeñez y nos dejamos querer y cuidar,
Cuando salimos de nosotros mismos hacia el más débil entregándonos,
Cuando somos capaces de hacerle espacio a la ternura y dejamos de lado la superioridad,
Cuando trabajamos luchando día a día por ser fecundos con nuestros dones,
Cuando festejamos y cantamos la vida que se nos regala,
Cuando nos abajamos como hizo Dios para poder salvarnos de nuestro autoengaño,
Cuando discernimos el espíritu y no nos quedamos esclavos de las normas que nos oprimen,
Cuando estudiamos con pasión lo que nos gusta,
Cuando en medio de la comunidad dejamos que el Señor resucitado nos diga: “La paz con ustedes” (Lc 24, 36),
Cuando sufrimos con paciencia a los que más nos cuestan,
Cuando compartimos el dolor de quien padece y estamos a la mano,
Cuando nos tomamos unos minutos de silencio para darnos cuenta cómo Dios nos cuida,
Cuando nos hacemos disponibles para hacer como Cristo hizo: amó los suyos hasta el extremo. (Jn 13, 1)
Cuando nos animamos a que en nuestras entrañas se engendre la paz encarnada en el rostro de Jesucristo.
¿Dejaremos pasar este don tan gratuito?
ORACIÓN COMUNITARIA
Señor Jesucristo, imploramos tu protección e intercesión ante el Padre por toda la comunidad LGTBI+H, por todas aquellas personas que no se aceptan a sí mismas, que sufren en soledad, son perseguidas por su orientación sexual o su identidad de género y que no son comprendidas, ni aceptadas en su entorno más cercano. También te damos gracias y te pedimos por CRISMHOM, para que juntos construyamos tu Reino y seamos luz y faro de nuestra comunidad LGTBI+H de Madrid. AMÉN.
Bendición: El Señor nos bendiga y nos guarde; nos muestre su rostro y tenga misericordia de nosotros. Vuelva su rostro a nosotros y nos conceda la paz. El Señor nos bendiga, hermanos y hermanas.