2018-03-01 “EMPUJADOS POR EL ESPÍRITU EN EL DESIERTO CON JESÚS”

Monición introductoria 
Señor Jesús: Al iniciar tu vida pública , movido por el Espíritu Santo, te retiraste durante cuarenta días por el desierto donde fuiste tentado. Nosotros queremos retirarnos en la soledad de la noche para encontrarnos contigo, para hablarte y para llenarnos de ti. Son muchas las tentaciones que nos asaltan en nuestra vida. Tentaciones que vienen de nuestro interior y también de la sociedad que nos rodea.  Sentimos la tentación de seguir la llamada del mundo buscando nuestra comodidad y olvidándonos de nuestros hermanos.  Sentimos la tentación de estar por encima de los demás, olvidándonos de ti, que no has venido a ser servido sino a servir.  Sentimos la tentación de dar la espalda a la misión a la que tú nos llamas, la de ser tus testigos, llevando tu presencia de vida al mundo. Sabemos que confiando solamente en nuestra fuerza no podemos vencer todas las tentaciones que nos asaltan. Te necesitamos a ti para superarlas, no dejando que nos dominen. Queremos seguir tu ejemplo y al mismo tiempo cobijarnos en ti. Llevándote en nuestros corazones, todo lo podemos. Que este rato de oración nos una a ti y nos llene de ti. Señor, ven a nuestras vidas y guía nuestros pasos por el camino del bien. Que  este tiempo de cuaresma sea un tiempo de gracia y de vida para nuestra comunidad, el colectivo LGTBI y para el mundo.
 
Canto
 
Salmo 90.  Bajo las alas.
1-Tú me cubres, tú me proteges con tus alas de Padre;  a la sombra de tu bondad y ternura descansa mi vida.  Yo te digo, Señor: Eres mi refugio y fortaleza  eres mi Dios, mi esperanza, la Estrella que me guía.
 
2-Bajo el poder de tu amor, no temo; estoy seguro. Bajo la lona de tu tienda, Señor, me siento tranquilo. Aunque la lluvia caiga con fuerza y el viento me golpee,  a tu lado, Señor, mi vida joven está firme ante el peligro.
 
1-Tú me libras con tu mano, tú me amparas con tu ternura. Aunque la tentación llame a mi puerta y golpee a mi ventana;  aunque la prueba y la crisis obscurezcan mi camino, estoy seguro, Señor, de que tu gracia no me falta.
 
2-Como la gallina acoge a sus polluelos bajo sus plumas;  como el niño busca calor y protección en los brazos de su madre,  así mi corazón joven te busca a ti, Dios mío,  desde el amanecer hasta el caer de la tarde.
 
1-Bajo tus alas tengo refugio, tengo una defensa;  eres baluarte, roca firme en quien se estrella la ola;  eres escudo y armadura contra el Maligno que me cerca,  eres mi salvación, mi esperanza cada hora.
 
2-Contigo, Señor, no temo el terror de la noche;  contigo, Señor, no temo la flecha que vuela de día;  contigo, Señor, no temo la peste que avanza en la tiniebla,  contigo, Señor, no temo el azote que devasta al mediodía.
 
1-Aunque a mi lado caigan mil, Señor, no temo; aunque a mi derecha el terremoto quiebre los caminos, contigo todo es posible, aun los mayores imposibles, porque tu gracia y tu bondad están conmigo.
 
2-Señor del hombre y de la historia de los hombres, que no me alcance el mal, que salga libre de la prueba;  se tú mi refugio, el poder que actúa en mi debilidad,  y la fuerza que anima, paso a paso, mi flaqueza.
 
1-Tú me llevas en tus manos para que mi pie no tropiece; tú guías mis pasos y haces llano mi sendero; tú eres la luz que abre camino a mis noches: contigo mi pobre corazón se mantiene entero.
 
2-Yo me abrazo a ti, Señor, Dios mío: ¡Líbrame!  Tú conoces mi debilidad: ¡Ponme en tierra firme! Permanece siempre a mi lado: ¡No me abandones!  Que tu salvación, Señor, sea fuerza que me anime.
 
1-A la sombra de tus alas, pongo mi vida, Señor. Bajo la bondad y firmeza de tu ternura me cobijo. Guárdame, defiéndeme, sé fuerte a mi lado,  que a pesar de todo, Señor, quiero ser siempre tu hijo.   
 
Canto
 
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos  (1,12-15)
En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
 
Las tentaciones del desierto: competente, espectacular, poderoso 
Hay “tres tentaciones a las que nos vemos sometidos una y otra vez: La tentación de ser competentes, la tentación de ser espectaculares y la tentación de ser poderosos. Son tres tentaciones de volver a los caminos del mundo de la movilidad ascendente y apartarnos de nuestra misión de revelar a Cristo al mundo. La primera tentación con la que el diablo abordó a Jesús fue la de transformar las piedras en pan. Se trata de una tentación de ser competente, de hacer algo necesario y que pueda ser valorado por la gente; la tentación de hacer de la productividad la base… Se nos hace creer de mil maneras que somos aquello que producimos. La segunda tentación que afrontó Jesús y que afrontamos también nosotros es la tentación de ser espectaculares. El diablo llevó a Jesús a la ciudad santa, le puso de pie sobre el alero del templo y le dijo, tírate abajo…. Es la tentación de forzar a Dios a responder acudiendo a lo inusual, lo sensacional, lo extraordinario, lo inaudito… y así obligar a la gente a creer. La tercera y más seductora tentación a que Jesús se vio sometido fue la tentación de ser poderoso… Probablemente no haya otra cultura en que la gente se vea más descaradamente alentada a buscar el poder que la nuestra.  Nos convencemos a nosotros mismos de que la lucha por el poder y el deseo de servir son, a efectos prácticos, una misma cosa.  Casi no existe nada más difícil de superar que nuestro deseo de poder. El poder siempre ansía mayor poder, precisamente porque es una ilusión. Es fácil comprender por qué tantas personas se han alejado con repugnancia de todo lo vagamente relacionado con la religión. Cuando se utiliza el poder para proclamar la buena noticia, la buena noticia se convierte enseguida en mala, muy mala noticia.”  ( Henry Nouwen) 
 
Canto 
 
Oremos Juntos: 
Señor Jesús: Tras tu estancia en el desierto, emprendiste la hermosa tarea de anunciar el Reino de Dios al mundo. Nosotros  sabemos que hoy somos los depositarios de esta tarea. Queremos cumplirla con generosidad, como tú lo hiciste. Danos la fuerza que necesitamos para realizarla. Acompáñanos en este recorrido diario para que podamos superar todos los obstáculos con los que nos encontramos, y  viviendo en tu presencia día a día podamos transmitir tu misma vida a los demás.  ¡Gracias, Jesús, por tu presencia y por tu amor!.
 
Breve espacio para compartir (Reflexiones, peticiones y acción de gracia)
 
Padre nuestro
 
Oración Comunitaria 
Señor Jesucristo, imploramos Tu protección e intercesión ante el Padre por toda la comunidad LGTBI, por todas aquellas personas que no se aceptan a sí mismas, que sufren en soledad, son perseguidas por su orientación sexual o su identidad de género y que no son comprendidas ni aceptadas en su entorno más cercano. También te damos gracias y te pedimos por Crismhom, para que juntos construyamos tu Reino y seamos luz y faro en nuestra comunidad LGTBI de Madrid. Amén.
 
INTENCIONES DE ORACIÓN DE MARZO 2018
1. Ante el machismo:
Señor, cambia nuestra mirada y nuestros corazones para que hombres y mujeres nos sintamos libres de reconocer y expresar nuestra vulnerabilidad y nuestra interdependencia y disfrutemos compartiendo el cuidado de las personas y de la creación para transformar así la sociedad y el planeta en un espacio de ternura, paz, fraternidad y sororidad.
 
2. Hacia la Pascua:
Señor, que la celebración de tu Pascua nos llene de la verdadera alegría, la que nace de la vida de tu Espíritu en nosotros, la que nos hace reconocer que «cuando lo importante es amar, y amar al estilo de Dios, todo es extraordinario, especialmente lo cotidiano» (Javier Garrido).
 
Bendición                                                                                                                   
Que el Señor nos bendiga y nos proteja. Que el Señor nos muestre su rostro, tenga misericordia de nosotros y nos conceda la paz. Así invocaremos el nombre del Señor y Él nos bendecirá.

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