Viernes Santo 2020

Viernes Santo, pasión de Jesús. Día para tomar conciencia de nuestra fragilidad más que angustiarnos por el dolor y las dificultades propias y ajenas. Un día para reconocer lo poco que nuestras propias fuerzas controlan las situaciones (un virus nos recluye en casa a nivel mundial) y abrirnos más al abrigo del calor y generosidad de los que nos rodean. Tiempo para acompañar y acompañarse, dejarse ayudar y dar gracias por lo que tenemos y hemos recibido. Tiempo para trabajar la confianza y vencer el orgullo de ser autosuficientes para aprender a dejarse hacer y ser conscientes de nuestra interdependencia. Tiempo para reconocer que la sensación de poder y control es una ilusión, que nuestro hacer es muy limitado y así aprender a ser sin más, a vivir y disfrutar la vida como llega, sin adornos, ayudándonos a vencer el apego de seleccionar sólo lo que nos gusta evitando el dolor. Tiempo para vencer la vergüenza de nuestra fragilidad y abrirnos al amor de quien cuida y vela por nosotros aunque no lo merezcamos. Viernes Santo, día para acompañar al crucificado.

 


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