Sobre la confianza. Contemplando el amplio espectro que se abre ante uno bajo ese supuesto. Cuando hay confianza desaparece el miedo, se superan las diferencias, se actúa con naturalidad. Es el terreno sembrado para crecer en sinceridad y cariño. Sin embargo, cuando se pierde la confianza, todo se estrecha, se pone en cuestión. Aparecen fantasmas que me persiguen. Enséñame, Señor mío, a confiar en ti y en los demás, a veces conocidos y otras quizá no tanto.