“Mientras tanto, Dios camina y busca, sufre y goza con nosotros.
No «perdona» -el perdón es una categoría tan deforme como la culpa y el castigo-, sino que nos acompaña; es ternura y bondad en la entraña del ser.
Alienta en nosotros y, con nuestro aliento, crea futuro.”
Las Cartas de José Arregi para creyentes del siglo XXI