Hoy se celebra una fiesta que me pone de fiesta. Siempre digo que de nada sirve un calendario si no se vive en el.
Hoy se celebra la transfiguración de Jesús, el carpintero.
Preanuncio de la promesa final para cada creyente e inicio del deseo de montar tiendas cristianas, típica respuesta humana ante el ENCUENTRO real.
En medio de la LUZ (ni a escondidas ni en tinieblas) el Padre nos dice «Escuchenlo». No le dice a Pedro que escuche a Juan, ni a este que escuche a Santiago, etc. sino que escuchemos a su Hijo.
¡Pues vámonos de fiesta todo el día de hoy Jesusito, que yo te escucho!