Dios, desde el inicio de monoteísmo, repite a su pueblo: «Shema Israel» (Escucha Israel!).Los seres humanos clamaban al cielo y Él decía: «Shema Israel». Israel clamaba, escuchaba y luego recordaba el cumplimiento de la promesa en memoriales devenidos rituales.
Hoy en día veo que esa práctica se ha perdido en la vida interior de lxs cristianxs. Hoy los rituales se viven externamente y desprendidos del memorial de la escucha, aceptación y recuerdo del cumplimiento (su esencia).
Lamentable.
Dios siempre responde al clamor del alma. Nuestra ignorancia esta en el discernir cuando es el alma la que clama y no nuestras humanidades apegadas a la seguridad de lo mundano.
Acaso ¿recordamos qué pedimos a Dios hace 4 años (por ejemplo), cómo respondió Él o cómo aceptamos (o no) su respuesta?
Pues esto es escucha, cumplimiento y memorial.
Si no recordamos qué pedimos, si no aceptamos su respuesta (nos guste o no) pues nunca podremos desarrollar el memorial que no es más que desarrollar la certeza de su promesa cumplida de asistencia, amor y cuidado en una relación personal entre la criatura y su creador.
Lamentable.
No escuchamos que Dios nos pide que demos los saltos al vacío (FE) para ajustarnos a Él y queremos que Dios se ajuste a nosotrxs en nuestro «pequeño territorio» llamando a eso … «espiritualidad».
La próxima vez que «clames»: recuerda tu pedido, escucha la respuesta, acepta el desafío, evalúa el amor que encierra salir de tus limitaciones y recuerda, en tus momentos de tempestades, que Dios siempre responde cumpliendo la promesa.