No hay persona más sensible al sufrimiento del otro que quien lo ha pasado mal. Es la capacidad de detectar el dolor del otro de quien ha pasado por esa experiencia. Nos hacemos especialistas privilegiados. Tenemos talentos por el simple hecho de haber sido desdeñados y humillados. Ser enfermos crónicos nos capacita para ser enfermeros de enfermos crónicos. Y a los pobres siempre los vamos a tener con nosotros (Anotaciones de la charla de Juan en la convivencia de CRISMHOM).