En penumbra espiritual, hoy pido a Dios fe en la oscuridad, seguirle y serle fiel aunque los criterios de los que me rodean no coincidan, comprendan o celebren lo que con mayor acierto o torpeza voy haciendo en mi mejor voluntad. Confiando en la resurrección de Jesús, en que no nos deja presos del vacío, el sinsentido y el sufrimiento. Hoy más que nunca deseo ocuparme frente a preocuparme.