Hoy cuando he ido a misa, me dan dado este mensaje para ti. No dijo quien era. Sólo me dijo que tú lo sabrías.
Vive alegre, reza sin cesar, da gracias en toda ocasión, porque eso es lo que Dios quiere de ti, en Cristo Jesús. No impidas la acción del Espíritu Santo, ni desprecies el don de profecía. Somete todo a prueba y quédate con lo bueno. Abstente de toda clase de mal. Que el Dios de la paz te santifique en todo y que todo tu ser, espíritu, alma y cuerpo, se conserve irreprochable hasta la llegada de nuestro Señor Jesucristo. El que te ha llamado es fiel y cumplirá su promesa (Tesalonicenses 5, 16-24)