2018-09-13: ¡Transformados por el amor de Dios!

¡Transformados por el amor de Dios!
“Transformados” es una palabra de peso, no es algo baladí. El evangelio de hoy va a dar donde más nos duele, en ser conscientes de que nos movemos por los criterios del Reino de ESTE MUNDO y no por los criterios del REINO DE DIOS.
La meditación de esta tarde la haremos desde la llamada del evangelio a «Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará» junto con las Bienaventuranzas.
 
Momento de encuentro.
Relajémonos, dejemos que nuestro cuerpo se acomode a la silla en la que estamos sentados, escuchemos la siguiente canción que esta tarde va dirigida a nosotros. A cada uno de nosotros, porque somos cada uno quienes personalmente la vamos a escuchar. De la mano de la hermana Glenda seamos conscientes de ¡¡¡¡CÓMO NOS AMA DIOS!!
 
Salir del ruido del día, de la vorágine del trabajo y nuestras preocupaciones, para realmente tener un momento de mismidad sólo se puede hacer desde la escucha. Escuchemos pues esta canción simplemente para estar en situación de, para ser capaces de estar aquí y ahora con nuestro cuerpo y nuestra mente.
 
CANCIÓN: “Si conocieras el don de Dios”
 
SALMO 38
No hay nada intacto en mis huesos,  a causa de mis pecados;
me siento ahogado por mis culpas:
son como un peso que supera mis fuerzas.
 
Mis heridas hieden y supuran, a causa de mi insensatez;
estoy agobiado, decaído hasta el extremo, y ando triste todo el día.
Siento un ardor en mis entrañas, y no hay parte sana en mi carne;
estoy agotado, deshecho totalmente, y rujo con más fuerza que un león.
 
Tú, Señor, conoces todos mis deseos,
y no se te ocultan mis gemidos:
mi corazón palpita, se me acaban las fuerzas,
y me falta hasta la luz de mis ojos.
 
CANCIÓN: VINE A ALABAR A DIOS,
VINE A ALABAR A DIOS,
VINE A ALABAR A DIOS,
VINE A ALABAR SU NOMBRE,
VINE A ALABAR A DIOS.  (bis)
 
El vino a mi vida en un día
muy especial, cambió mi corazón
en un nuevo corazón.
Y esta es la razón por la que
digo que vine a alabar a Dios.
Evangelio según San Lucas 6,27-38
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo os digo a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. Y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman. Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto! Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis?
 
También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente. Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque Él es bueno con los ingratos y los perversos.
 
«Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos (halda de vuestros vestidos = regazo) . Porque con la medida con que midáis se os medirá».
 
Breve momento de silencio
Hacemos ECOS del evangelio.
 Esta parte de nuestra oración consiste en leer en voz alta una palabra o una frase del texto bíblico
 
EL EVANGELIO DE HOY, un “encontronazo” entre nuestras premisas de este mundo y el REINO DE DIOS
 
Se podrían poner muchas más encrucijadas.
 
Libremente cada uno de los que estamos aquí puede en voz alta plantear una encrucijada o simplemente leer alguna de las que se han propuesto para la meditación.
 
Compartimos…
Como continuidad a estas encrucijadas y a lo leído en el Evangelio, puede surgir en nosotros una pregunta: ¿Dios, dónde vives?
 
Escuchemos esta canción como preparación al siguiente paso de la oración de esta tarde. (Cd, canción 6)
Oración personal:
 – Escoger una bienaventuranza.
 – ¿Cómo la vivo?
 – ¿Construyo el Reino de Dios a través de cómo la vivo?
Esta parte de la oración la hacemos en silencio, con nosotros mismos, sintiéndonos acompañados de los hermanos en la fe, y en un vis a Vis con Dios, que tiene ganas de que le hablemos desde el corazón.
(Canción instrumental de fondo, nº19 del Cd)
NOS MIRAMOS A NOSOTROS DE LA MANO DE STA TERESA DE ÁVILA
 
Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero
que muero porque no muero.
 
Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor,
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí;
cuando el corazón le di
puso en mí este letrero:
«Que muero
porque no muero».
 
Esta divina unión,
y el amor con que yo vivo,
hace a mi Dios mi cautivo
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a mi Dios prisionero,
que muero porque no muero.
 
¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel y estos hierros
en que está el alma metida!
 Sólo esperar la salida
me causa un dolor tan fiero,
que muero porque no muero.
 
Acaba ya de dejarme,
vida, no me seas molesta;
porque muriendo, ¿qué resta,
sino vivir y gozarme?
No dejes de consolarme,
muerte, que ansí te requiero:
que muero porque no muero.
 
Breve momento de silencio.
 
Compartimos…
 
Peticiones y Acción de Gracias.
 
Padre Nuestro.
 
ORACIÓN COMUNITARIA
Señor Jesucristo, imploramos tu protección e intercesión ante el Padre por toda la comunidad LGTBI, por todas aquellas personas que no se aceptan a sí mismas, que sufren en soledad, son perseguidas por su orientación sexual o su identidad de género y que no son comprendidas, ni aceptadas en su entorno más cercano. También te damos gracias y te pedimos por CRISMHOM, para que juntos construyamos tu Reino y seamos luz y faro de nuestra comunidad LGTBI de Madrid. AMÉN.
 
Bendición: El Señor nos bendiga y nos guarde; nos muestre su rostro y tenga misericordia de nosotros. Vuelva su rostro a nosotros y nos conceda la paz. El Señor nos bendiga, hermanos y hermanas.

 


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