RESUCITANDO
Te amo, Señor, Fortaleza mía
Roca Mía, Castillo Mío, Mi libertador
Dios mío, en Ti confiaré.
Mi Escudo eres Tú, y la Fuerza de mi Salvación.
Marcos, 16, 1-11
Terminado el descanso del sábado, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. El primer día de la semana, muy de mañana, recién salido el sol, fueron al sepulcro. Se decían unas a otras: ¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro? Al levantar la vista, observaron que la piedra estaba corrida; y era muy grande. Entraron en el sepulcro, vieron a un joven vestido de blanco sentado a la derecha y se espantaron. Él les dijo: No os asustéis. Buscáis a Jesús Nazareno, el crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Mirad el sitio donde lo pusieron. Y ahora márchense, díganle a sus discípulos y a Pedro que va delante de ellos a Galilea; allí lo verán, como les dijo. Salieron huyendo del sepulcro, del temblor y el desconcierto que les entró, y no dijeron nada a nadie, del miedo que tenían. Jesús resucitó en la madrugada del primer día de la semana y se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a decírselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando, pero ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, se negaron a creer.
¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en unión con él.
(Silencio)
El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos, y por consiguiente todos murieron. Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió por ellos y fue resucitado.
Recordamos a Epifanio:
Epifanio Abad.…
Con la generosidad y entrega que te distinguía, fuiste no sólo misionero dominico, sino también misionero de buena voluntad, enseñando a los palentinos el idioma chino, pero no sólo… También dabas todo de ti, compartías lo mucho que aprendiste en ese país y de aquella cultura, para promover la integración y mejor relación entre los venidos del lejano oriente y los habitantes de esta parte de la ancha Castilla…con tus ganas de aprovechar el tiempo al máximo, (al punto de no querer descansar ni los fines de semana) dándolo a los demás, nos diste también una lección de apoyo a la integración en la diversidad, (en este caso, sobre todo cultural)…
Gracias Epifanio Abad, hiciste gala de tu nombre y apellido, fuiste para quienes tuvimos la gracia de conocerte, una epifanía, la manifestación de Dios a tod@s nosotr@s y como Abad, padre, maestro y compañero de camino…
Dios y María acompañen a John, a toda tu familia y a nosotros/as y nos ayuden a descubrirte en lo cotidiano y a vivir esta etapa que empieza, con un nuevo modo de presencia tuya entre nosotr@s… Estamos seguros de que ya estás con Dios…sin duda te echaremos de menos, pero te llevamos con nosotr@s en todo aquello que compartimos y lo mucho que pudimos aprender de Ti…
Hasta siempre, querido Epi…
«Ahora vamos rumbo a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen. Pero al tercer día resucitará»
(Silencio)
El Dios que da la paz levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, a nuestro Señor Jesús, por la sangre del pacto eterno. Que él los capacite en todo lo bueno para hacer su voluntad. Y que, por medio de Jesucristo, Dios cumpla en nosotros lo que le agrada. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén
Recordamos a Blanca:
Mi suegra se llamaba Blanca tenía 87 años y cuatro hijos, de los cuales mi marido es el mayor. Era una mujer muy optimista y bromista, con muy buen carácter y a la que le encantaban los niños, con los que siempre jugaba, les contaba innumerables cuentos y cantaba canciones ( era una melómana ) por lo que sus nietos y biznietos (mis nietas) la querían muchísimo. Ha muerto rodeada del cariño de todos ellos.
Salmo 23 (todos)
El Señor es mi pastor; nada me falta.p
En campos de verdes pastos me hace descansar;
Me lleva a arroyos de aguas tranquilas.
Me infunde nuevas fuerzas
Y me guía por el camino correcto,
Para hacer honor a su nombre.
Aunque deba yo pasar por el valle más sombrío,
No temo sufrir daño alguno, porque tú estás conmigo;
Con tu vara de pastor me infundes nuevo aliento.
Me preparas un banquete
A la vista de mis adversarios;
Derramas perfume sobre mi cabeza
Y me colmas de bendiciones.
Sé que tu bondad y tu misericordia
me acompañarán todos los días de mi vida,
Y que en tu casa, oh Señor,
viviré por largos días.
Salmo 24 (todos)
¡Del Señor son la tierra y su plenitud!
¡Del Señor son el mundo y sus habitantes!
¡El Señor afirmó la tierra sobre los mares!
¡El Señor la estableció sobre los ríos!
«¿Quién merece subir al monte del Señor?
¿Quién merece llegar a su santuario?»
«Solo quien tiene limpias las manos y puro el corazón;
Solo quien no invoca a los ídolos
Ni hace juramentos a dioses falsos.
Quien es así recibe bendiciones del Señor;
¡Dios, su salvador, le hace justicia!»
Así son todos los que te buscan,
Los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob.
«¡Ustedes, puertas, levanten sus dinteles!
¡Ensánchense ustedes, puertas eternas!
¡Ábranle paso al Rey de la gloria!»
«¿Y quién es este Rey de la gloria?»
«¡Es el Señor, el fuerte y valiente!
¡Es el Señor, el poderoso en batalla!»
«¡Ustedes, puertas, levanten sus dinteles!
¡Ensánchense ustedes, puertas eternas!
¡Ábranle paso al Rey de la gloria!»
«¿Y quién es este Rey de la gloria?»
«¡Es el Señor de los ejércitos!
¡El Señor es el Rey de la gloria!»
Juan 11, 25-26
Entonces Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?
Gesto comunitario:
(Durante este espacio de tiempo encendemos una vela por aquellas personas que ya no están entre nosotros/as. Depositamos la vela en la mesa, decimos su nombre y compartimos algo bonito de esa persona).
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PADRE NUESTRO