Con este evangelio Jesús comienza su ministerio público acompañado de sus discípulos. Este evangelio es el inicio de la descripción de una jornada de Jesús de Nazaret. Este evangelio se divide en tres partes:
1.-La enseñanza de Jesús en la sinagoga de Cafarnaun y la reacción de la gente asombrada de su doctrina.
Frente a los maestros de la ley, Jesús enseña con autoridad. La palabra que se utiliza para hablar de la autoridad de Jesús es exousia, que significa” de lo que uno es”. La autoridad proviene de hacerlo desde lo que es uno realmente; hace referencia a la autenticidad. Jesús enseña con la autoridad de hacer lo que dice, es coherente porque une su fe y su vida. Frente a los escribas que se remiten a otros maestros, Jesús enseña con una autoridad propia. Jesús como el Hijo de Dios es la Palabra que ilumina a la persona, que le muestra la verdad y que le conduce a Dios.
2.-El encuentro de Jesús con el hombre con un espíritu inmundo. Es la parte central y más importante de este evangelio. Jesús da órdenes con autoridad, el decir, hace que obedezca el espíritu inmundo y que salga del hombre poseído. La Palabra de Jesús libera integralmente a la persona , transforma a la persona sanándola desde lo más profundo de su ser, arrancando de raíz todo el mal que la atenazaba.
El espíritu del mundo sabe quién es Jesús, el Santo de Dios.Es la presentación pública de los dos polos: Dios y el demonio. Que el demonio reconozca a Dios es quererse poner a su altura, manifestar su indignación por querer ser extirpado del hombre y dejar claro la tensión entre ambos. Con Jesús ha llegado la soberanía definitiva de Dios y eso pone muy nervioso al Maligno. Lo fundamental de este texto es el comienzo de la victoria de Dios sobre el mal.
3.-La reacción de los presentes ante la curación del hombre con espíritu inmundo y la fama de Jesús que se extiende por Galilea.
La reacción de la gente es de estupor, esto es, ven y observan el poder de Dios sobre el mal y lo que implica ser sanado con el dedo de Dios . Ser liberados por el Señor significa tomar las riendas de nuestra vida, crecer personal y espiritualmente, y comprometernos con la implantación del Reino de Dios. Frente a esto, en muchas ocasiones preferimos el victimismo, el no ser sanados para vivir de la queja, con parálisis y centrados en nosotros mismos.
Que experiencia tengo de ser liberado y sanado por la Palabra de Jesús en mi condición LGTBI? Prefiero el victimismo o vivir mi condición LGTBI en un proceso de crecimiento personal pidiendo al Señor sanar las heridas de mi condición afectivo-sexual?
(P.Ramòn Llorente Garcia)
Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,21-28):
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús lo increpó: «Cállate y sal de él.»
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.»
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.
Palabra del Señor
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús lo increpó: «Cállate y sal de él.»
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.»
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.
Palabra del Señor