Esta oración tuvo lugar el 28 de enero de 2016. Nos insiste en la misericordia en este su año. Misericordia, en el año de la misericordia, es una invitación a ver el amor de Dios por nosotros, es una invitación a tener misericordia unos de otros y también de nosotros mismos, pues somos el más duro juez para nosotros mismos, quizá a causa de la culpabilización a que hemos sido sometidos desde niños todas las personas, y más nosotros, por nuestra forma de amar, aunque recibida de Dios.
La Misericordia de Dios por nosotros
Palabras de bienvenida
Misericordia, en el año de la misericordia, es una invitación a ver el amor de Dios por nosotros, es una invitación a tener misericordia unos de otros y también de nosotros mismos, pues somos el más duro juez para nosotros mismos, quizá a causa de la culpabilización a que hemos sido sometidos desde niños todas las personas, y más nosotros, por nuestra forma de amar, aunque recibida de Dios.
Misericordia es poner, enviar tu corazón al lado del corazón del otro, latir al unísono y comprender que su latido es semejante al tuyo, misericordia es perdonar y amar a la vez.
Perdonemos a quienes nos hacen daño de alguna forma, pues nosotros también lo hacemos; y en este año de la misericordia comprendamos que los caminos de los otros también son caminos a Dios, no peores ni menos valiosos que el nuestro propio.
Pero alegraos, si, y no temáis, que Dios nos mira con ojos de misericordia, no pasa cuentas quien ama, solo espera nuestra misericordia, nuestro amor para actuar cuando le dejamos.
Canto Tú has venido a la orilla…
1ª lectura Isaías, 54, 1-5
Amor eterno de Dios
Da gritos de alegría, mujer estéril y sin hijos; estalla en cantos de gozo, tu que nunca has dado a luz, porque el Señor te dice: “La mujer abandonada tendrá más hijos que la mujer que tiene esposo”.
Agranda tu tienda de campaña, extiende sin miedo el toldo bajo el cual vives alarga las cuerdas, clava bien las estacas, porque te vas a extender a derecha e izquierda, tus descendientes conquistaran muchas naciones, poblaran ciudades ahora desiertas.
No tengas miedo, no quedarás en ridículo; no te insultarán ni tendrás de que avergonzarte.
Olvidarás la vergüenza de tu juventud y no te acordarás más de la deshonra de tu soledad, porque tu creador te tomará por esposa.
Su nombre es Señor todopoderoso; tu libertador es el Dios Santo de Israel, el Dios de toda la tierra.
2ª lectura 1 Pedro 2, 4-10
Acercaos, pues al Señor, la piedra viva que los hombres despreciaron, pero que para Dios es piedra escogida y de mucho valor.
De esta manera, Dos hará de vosotros, como de piedras vivas, un templo espiritual, un sacerdocio santo que por medio de Jesucristo ofrezca sacrificios espirituales, agradables a Dios.
Por eso dice la Escritura:
“Yo pongo en Sion una piedra, que es la piedra principal, escogida y muy valiosa; quien confía en ella no quedará defraudado.”
Para vosotros los creyentes, esa piedra es de mucho valor; Pues vosotros sois una familia escogida, un sacerdocio al Servicio del Rey, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios, destinado a anunciar las obras maravillosas de Dios, que os llamó a salir de la oscuridad y entrar en su luz maravillosa.
Antes, ni siquiera erais pueblo, pero ahora sois pueblo de Dios; antes Dos no os tenia misericordia, pero ahora tiene compasión de vosotros.
3ª lectura Mateo 6, 25-34
Por tanto os digo: No estéis preocupados por lo que habéis de comer o beber para vivir, ni por la ropa con que habéis de cubrir vuestro cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Mirad las aves que vuelan por el cielo: ni siembran ni siegan ni almacenan en graneros la cosecha; sin embargo, vuestro Padre que está en el cielo les da de comer. Pues bien ¿acaso no valéis vosotros más que las aves? Y de todos modos, por mucho que uno se preocupe. ¿Cómo podrá prolongar su vida siquiera una hora?
¿Y por qué estáis preocupados por la ropa? mirad como crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan. Sin embargo os digo, que ni aun el rey Salomón, con todo su lujo se vestía como uno de ellos. Pues si Dos viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¿acaso no os vestirá con más razón a vosotros, gente de poca fe?.
No estéis, pues, preocupados, preguntándoos: ¿qué vamos a comer? o qué vamos a beber?, o con qué vamos a vestirnos? Los que no conocen a Dios están preocupados por todas estas cosas, pero vosotros tenéis un Padre celestial que ya sabe que las necesitáis.
Por tanto, buscad primeramente el reino de Dios y el hacer lo ordenado por El, y todas esas cosas se os darán por añadidura. No estéis pues, preocupados por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo de preocuparse. A cada día de bastan con sus propios problemas.
Meditación, cinco minutos
Ecos de la meditación, peticiones, palabras de agradecimiento
Canto Padre nuestro, tú que estás…
Oración comunitaria
Señor Jesus, pedimos tu intercesión ante Dios, que es Padre protector y Madre amorosa. Por los excluidos y marginados, por todos los hermanos y hermanas que sufren en soledad, que son perseguidos, que no son aceptados por sus familias y comunidades.
Te damos gracias y te pedimos por esta comunidad para que seamos luz del mundo y sal de la tierra. Amen
Bendición
El Seños nos bendiga y nos guarde, nos muestre su misericordia, vuelva su rostro a nosotros y nos conceda la paz. Amen.