Hoy los invito a hacer un recorrido loco y compuesto por locos y locas. Compuesto por aquell@s que han encontrado en el AMOR su trascendencia y que decidieron responder con amor, cambiaron el mundo conocido e hicieron carne LA PALABRA.
Un día, en una oración, me encontré diciendo, a modo de disculpa, que mi espiritualidad cristiana tiene color, sonido, vida, música, sombras, textura y palabra.
Pues hace una semana que me enteré que estaría compartiendo aquí con vosotr@s todo eso. Lo primero que pensé fue: Pero que fecha es? E inmediatamente recordé que era el día de san Jorge. Un Jorge que en mi vida espiritual, en poco tiempo, paso a ser Jorgito.
Tod@s sabemos que es un mártir de la fe, que nació hacia el año 275, y que hay una leyenda de que peleo con un dragón y que se lo venera dentro del islam, el cristianismo y en creencias afroamericanas. Tod@s sabemos que está presente en banderas de varias comunidades de España, banderas de países europeos y que es patrono de ciudades y de los ejércitos de muchos países occidentales, incluida la Argentina.
Poc@s sabemos que hace apenas 50 años una iglesia, la católica, dejo su veneración a voluntad por considerarlo leyenda. Pero Jorgito sigue estando presente en la devoción popular. Fuerte, luchador y con esos aires de conquistador.
Pero antes de seguir hagamos lo que Jorge y sus amigos hacen: Bendigamos al Señor!
Apenas un año después de mi primera conversión fue Gaby, el arcángel san Gabriel, quien se la pasaba hablándome de una tal María y viendo que no era mi tiempo de conocerla, pues me presento a san Jorge. Eran tiempos duros en los que tenía muchas luchas internas y externas por mí ser cristiano y que, evidentemente, necesitaba ayuda. Ya Pablo lo decía a los Efesios 6: 10 -20 : La armadura de Dios
6:10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.
Pues en estos primeros tiempos fue san Jorge quien me ayudo. Velas, oraciones, estampas, medallas, etc, fueron los instrumentos que hicieron que san Jorge se convirtiera en Jorgito: una compañía, un mediador, una escucha, un auxilio, un referente de fortaleza para vencer los miedos. Y como todo desconocido que se convierte en amigo, también me llevo a elevar la vista hacia AQUEL que era EL AMIGO, EL Maestro, El amante que mi alma en el fondo estaba necesitando: Jesús, el de Nazaret. Yo ya lo conocía pero mi alma estaba sumergida en la vergüenza, en la autocompasion y no podía, aun, mirarlo de frente. Usaba a sus amigos para dirigirme a Él.
A Jesús me lo había presentado san Francisco, el de Asís. Un loco total que conocí por casualidad, del que me enamoré pero que rápidamente también me presento al más digno de ser amado por mi alma. En una comedia musical argentina sobre su vida, a mis 17 años, san Francisco (Pancho, como decimos en la Argentina a los Pacos) me presento a Jesús, el de Nazaret.
Les presento a este LOCO!
Los invito a sumarnos a sus palabras!
Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz.
Donde hay odio, que lleve yo el Amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.
Donde haya duda, que lleve yo la Fe.
Donde haya error, que lleve yo la Verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.
Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar; Ser comprendido, sino comprender; ser amado, como amar. Porque es: Dando, que se recibe; Perdonando, que se es perdonado; Muriendo, que se resucita a la Vida Eterna. Amen
En ese recorrido mi alma había comprendido la necesidad de ideales reales a través de la locura de Pancho, la necesidad de coraje de la mano de Jorgito pero seguía siendo muy torpe. Allí apareció santa Teresa de Lisieux que pronto se convirtió en Teresita, la niña Doctora, con la dulzura de la Verdad y de un alimento dulce y suave que acallaria mi ansia.
Con Teresita entendí que nosotr@s, iglesia militante teníamos en la iglesia triunfante una comunidad de amigos y amigas a través de l@s cuales podíamos conseguir aquello que necesitábamos. Todo ya estaba bien. Entendí a mi Jesús, ese de Nazaret, que desea que nos apoyemos unos a otros para llegar JUNTOS HACIA ÉL, en COMUNIDAD de herman@s, en Comunión de los Santos.
Todo ya estaba bien. No está sola el alma. No está sola la humanidad. Pero como suele suceder cuando somos temperamentales, niños e inmaduros hubo tiempos en que me olvide de lo aprendido. Allí hace su aparición santa Teresa de Ávila.( Teresa, sin más ,que no le gustan los motes y tiene su carácter la mujer). “Te quiero, te ayudo, pero HAZLO”. Una sola consigna: “ÁMALO de una vez”- dijo. Pero eso si “Ámalo en Paz y que nada te turbe”.
Llego entonces si el momento que Gaby, el arcángel, me había anunciado: conocer a María, la de Nazaret. Tarde te amé María, tarde te amé Mamá (pero eso es un “gran” capítulo aparte para otra oración). Dadas las collejas necesarias y arrancando mi segunda conversión del corazón mismo de su HIJO, María me hizo conocer a Rafael (el Rafita). Escuchemos su alma expuesta, esa que puede ser la nuestra.
A esta altura os preguntareis: A donde va este loco de Norberto? Voy hacia una simple verdad: No estamos solos si queremos ser cristian@s. Tenemos una comunidad de amig@s (la iglesia triunfante) que ya han pasado por esta experiencia que es amar aquello que no se ve; a Aquel que anhelamos pero que es difícil de alcanzar y, a veces, de entender; almas en personas que llegaron donde llegaron solo para velar por nosotr@s; que bajándolos de los pedestales podremos ver que están presentes para mediar por nosotr@s; que VIVEN porque creyeron y, que con su ayuda, nosotr@s podemos VIVIR, porque SIEMPRE dirigirán nuestra mirada hacia AQUEL que vale la pena en la vida VIVIR y MORIR.
Escuchemos nuevamente con atención, extraigamos nuestros ecos de la palabra de ellos y ellas, hagamos nuestras peticiones y acciones por su mediación. Busquemos en nuestra vida a esos sant@s querid@s que han estado presentes y elevemos nuestra oración a Jesús a través de ell@s. TODO EL CIELO ESTÁ ORANDO POR NOSOTR@S!
Meditación, Ecos, Peticiones y acciones de gracias
Padre nuestro
Oración LGTBH
BENDICIÓN El Señor nos bendiga y nos guarde; nos muestre su rostro y tenga misericordia de nosotros y nosotras. Vuelva su rostro a nosotros y nos conceda la paz. El Señor nos bendiga, hermanos y hermanas. Amén.
Canto: Himno a la Alegría