Amamos a Dios sobre todas las cosas y queremos seguir el modelo de vida que Jesucristo nos dejó en el Evangelio con el convencimiento de que Dios nos ama y que jamás negaría una cualidad humana creada por Él, sino que nos ha regalado las diferentes orientaciones afectivas, porque son muchos y muy diversos los caminos de la salvación.
Canto:
Francisco ha quedado como aquél que, en su espíritu de pobreza y desprendimiento, probablemente más se pareció a Jesús en la historia de la cristiandad. El «Pobre de Asís» sigue conmoviendo por su capacidad infinita de reconciliación con todo y con todos, respetado no sólo por creyentes de todas las religiones, sino también por no creyentes. Es, quizás, el santo más ecuménico, razón por la cual se realizaron encuentros interreligiosos mundiales en Asís, la «ciudad de Francisco».
ORACIÓN DE LA SENCILLEZ Señor, haz de mí un instrumento de tu paz: donde haya odio, ponga yo amor,donde haya ofensa, ponga yo perdón,donde haya discordia, ponga yo unión,donde haya error, ponga yo verdad,donde haya duda, ponga yo la fe, donde haya desesperación, ponga yo esperanza, donde haya tinieblas, ponga yo luz, donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh Maestro, que no busque yo tanto ser consolado como consolar, ser comprendido como comprender, ser amado como amar.
Porque dando se recibe,
olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
y muriendo se resucita a la vida eterna.
Canto: «Alleluia slava tiebe»
Evangelio: Mateo 5:3-12
“Bienaventurados (Felices) los y las pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos. «Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados. “Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra. “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados. “Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordia. “Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios. “Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios. “Bienaventurados aquéllos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos. «Bienaventurados serán cuando los insulten y persigan, y digan todo género de mal contra ustedes falsamente, por causa de Mí. Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de ustedes en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que ustedes.
Reflexión sobre las bienaventuranzas
Mucho se ha escrito sobre las bienaventuranzas, uno de los textos más sublimes de la literatura bíblica. Presentamos, telegráficamente, algunos rasgos de cada una de ellas.
La primera tiene un tono programático. Los pobres son los destinatarios primeros y primordiales del evangelio. La pobreza, en lenguaje bíblico, es una situación de carencia y dependencia absolutas, y, a la vez, de confianza plena en las manos de Dios. «Pobre de espíritu» es quien en su necesidad absoluta, confía y se abandona en Dios. Si el Reino es (presente) de los pobres, para encontrar a Dios hemos de ir, necesariamente, a los pobres.
La segunda habla de la tristeza y el sufrimiento de quien vive la distancia entre la realidad y la utopía del Reino. Sufre al experimentar que Dios parece olvidar su promesa de salvación. El consuelo llegará al saber que este Dios nunca abandona, que se hace garante de la vida, en el presente y en el futuro.
La tercera está conectada con la primera: «pobres» y «sencillos» son categorías intercambiables. La sencillez es lo opuesto a la soberbia, al orgullo. Es el sometimiento a Dios, y la relación misericordiosa con los hombres. El mejor modelo lo encontramos en Jesús.
La cuarta introduce un concepto clave en el evangelio de Mateo: la justicia. Se entiende como el modo correcto de relacionarse con Dios y con los demás. ¿Quiénes «tienen hambre y sed de justicia»?: los que buscan el Reino de Dios en obediencia a su voluntad; y, los que en la relación con los otros actúan con misericordia.
La quinta. La misericordia se identifica con el actuar salvífico de Dios en la historia a favor de la humanidad sufriente. Ser misericordioso responde a una relación de fidelidad asociada siempre al hacer histórico-salvífico de Dios. El discípulo puede actuar con misericordia porque se sabe objeto de misericordia y perdón.
La sexta. En la mentalidad bíblica el corazón es el centro vital, el lugar donde se toman las decisiones más hondas. La «limpieza de corazón» es una dimensión ética en la relación con Dios y con los demás: decidirse operativamente por Dios, superando una relación farisaica, y por el prójimo, en una relación de misericordia.
La séptima conecta con el bien mesiánico por excelencia: la paz, que es plenitud de, vida, alegría, justicia… Ser «constructores de paz» es otro aspecto de la misericordia y el perdón, a imagen de Dios. La auténtica relación con los otros deriva de la relación con Dios. Ser «hacedores de paz» nos convierte en «hijos de Dios».
La octava recoge elementos de la primera y la cuarta, y es una “introducción” a la novena. En Mateo la persecución es una dimensión constitutiva del discipulado. En la relación de fidelidad a Dios es normal sufrir persecución. Lo importante es la motivación: «a causa de la justicia».
La novena rompe el ritmo del conjunto, profundizando lo ya dicho. Se ha hablado de persecución «a causa de la justicia» (fidelidad a Dios); ahora será «por ser mis discípulos» (fidelidad a Jesús). Anteriormente se dirigió a los discípulos en general (“ellos”); ahora se dirige a un “vosotros”, en el que todo discípulo está implicado directa y personalmente. Óscar de la Fuente (FranciscanosValladolid.Franciscanos Valladolid)FranciscanosValladolid.
Canto: : «Bogoroditse Dievo»
Espacio de reflexión y contemplación (rato de silencio de 10 minutos).
Espacio para compartir reflexiones, peticiones, vivencias y acciones de gracias.
Padrenuestro.
Oración Comunitaria:
Bendición Comunitaria: El Señor nos bendiga y nos guarde, nos muestre su rostro, tenga misericordia de nosotros y nos conceda la paz. Amén.