ORACIÓN DESEO ENCONTRARTE, SEÑOR
Señor: hoy nos reunimos en comunidad para adentrarnos en tu misterio, para renovar nuestra alianza como hijas e hijos tuyos. Te buscamos, queremos que seas nuestra luz. Queremos que habites en nuestro interior, que seas el faro que nos guíe. Míranos, Señor, escúchanos, ilumínanos. Señor, ahora enseña a mi corazón, dónde y cómo encontrarte; dónde y cómo buscarte.Sí, no estas en mí, Señor, si estas ausente, ¿dónde te encontraré? Deseo acercarme a tí, y tu morada es inaccesible. Arden nuestras almas en deseo de encontrarte. No suspiramos más que por Ti. Sal a nuestro encuentro y toma todas nuestras vidas.
Canto
Laudate omnes gentes, Laudate Dominum
Laudate omnes gentes, Laudate Dominum
(Todos/as) Te necesito, Señor, porque sin Ti mi vida se seca. Quiero encontrarte en la oración, en tu presencia inconfundible, durante esos momentos en los que el silencio se sitúa de frente a mí, ante Ti. ¡Quiero buscarte! Quiero encontrarte dando vida a la naturaleza que Tú has creado; en la transparencia del horizonte lejano desde un cerro, y en la profundidad de un bosque que protege con sus hojas los latidos escondidos de todos sus inquilinos. ¡Necesito sentirte alrededor! Quiero encontrarte en tus sacramentos, en el reencuentro con tu perdón, en la escucha de tu Palabra, en el misterio de tu cotidiana entrega radical. ¡Necesito sentirte dentro! Quiero encontrarte en el rostro de los hombres y mujeres, en la convivencia con mis hermanos y hermanas; en la necesidad del pobre y en el amor de mis amigos y amigas; en la sonrisa de los niños y las niñas y en el ruido de la muchedumbre. ¡Tengo que verte! Quiero encontrarte en la pobreza de mi ser, en las capacidades que me has dado, en los deseos y sentimientos que fluyen en mí, en mi trabajo y mi descanso y, un día, en la debilidad de mi vida, cuando me acerque a las puertas del encuentro cara a cara contigo. (Teilhard de Chardin).
Salmo
Levántate, Señor Dios, alza tu mano,
no te olvides de los pobres!
¿Por qué el malvado desprecia a Dios,
pensando que tú no pides cuenta?
Pero tú lo estás viendo:
tú consideras los trabajos y el dolor,
para tomarlos en tus propias manos.
El débil se encomienda a ti;
tú eres el protector del huérfano.
¡Quiebra el brazo del malvado y del impío,
castiga su malicia y no subsistirá!
El Señor reina para siempre
y los paganos desaparecerán de la tierra.
Tú, Señor, escuchas los deseos de los pobres,
los reconfortas y les prestas atención.
Tú haces justicia al huérfano y al oprimido:
¡que el hombre hecho de tierra no infunda más temor!
Que lo digan los redimidos por el Señor,
los que él rescató del poder del enemigo
y congregó de todas las regiones:
del norte y del sur, del oriente y el occidente;
los que iban errantes por el desierto solitario,
sin hallar el camino hacia un lugar habitable.
Estaban hambrientos, tenían sed
y ya les faltaba el aliento;
pero en la angustia invocaron al Señor,
y él los libró de sus tribulaciones:
los llevó por el camino recto,
y así llegaron a un lugar habitable.
Den gracias al Señor por su misericordia
y por sus maravillas en favor de los hombres,
porque él sació a los que sufrían sed
y colmó de bienes a los hambrientos
Canto
JESUS, REMEMBER ME, WHEN YOU COME INTO YOUR KINGDOM
JESUS, REMEMBER ME, WHEN YOU COME INTO YOUR KINGDOM
Lectura del santo evangelio según san Lucas 22, 14-20
Llegada la hora, se sentó Jesús con sus discípulos y les dijo:
-«He deseado enormemente comer esta comida pascual con vosotros, antes de padecer, porque os digo que ya no la volveré a comer, hasta que se cumpla en el reino de Dios.»
Y, tomando una copa, pronunció la acción de gracias y dijo:
-«Tornad esto, repartidlo entre vosotros; porque os digo que no beberé desde ahora del fruto de la vid, hasta que venga el reino de Dios.»
Y, tomando pan, pronunció la acción de gracias, lo partió y se lo dio, diciendo:
-«Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía.»
Después de cenar, hizo lo mismo con la copa, diciendo:
-«Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por vosotros.» Palabra del Señor.
Momento de silencio.
Silenciamos nuestra alma, nuestra cabeza. Podemos reflexionar si vemos a Dios en los demás, en slos pequeños actos de amor que cada día tiene con nosotros…
Podemos repetir mantras de agradecimiento, de alabanza (gracias, Señor; hazte presente en mí, Señor; me pongo en tus manos, Señor), etcétera
Oración (Todos/as)
Querido Dios Padre y Madre: estamos esperando llenar nuestros corazones con la luz dorada de tu Amor, con cada palabra que hablas a nuestros corazones, pues en la oración encontramos la paz que Tú nos deseas. En oración vives dentro de nuestros corazones que siempre están esperando para recibirte.
Señor, no permitas que nuestros corazones se desalienten. Queremos acudir a Ti. Tus brazos están siempre abiertos y tu corazón siempre escucha todas nuestras necesidades. Inunda de tu Amor nuestros pequeños corazones.
A través de la oración, nos convertimos en niñas y niños buscando el Corazón de su Salvador. Señor, queremos llegar a tus brazos para librarnos de todo miedo.
Te ofrecemos el amor de nuestros corazones, pues en tu Amor ponemos la esperanza.
Peticiones (respondemos: Hazte presente entre nosotros, Señor)
· Señor, te pedimos que llenes nuestros corazones con tu amor para poder ser luz en la vida de los demás, candil para guiar a los que nos necesiten y mano amiga siempre dispuesta a ayudar. Te lo pedimos, Señor / Hazte presente en nosotros, Señor
· Señor, te pedimos por la unidad de nuestra Comunidad, para que trabajemos por nuestras hermanas y hermanas necesitados. Te pedimos que seamos ricos en perdón y comprensión, y que la tolerancia y la concordia sean nuestros rasgos. Que seas siempre Tú el centro de nuestras vidas. Te lo pedimos, Señor / Hazte presente en nosotros, Señor
· Señor, te pedimos un corazón grande para que habites en él, que nos lleve a ser instrumentos de tu paz y a transmitir la alegría y la esperanza a los que nos rodean. Te lo pedimos, Señor / Hazte presente en nosotros, Señor
· Señor, te pedimos por todas nuestros hermanos y hermanas que no nos pueden acompañar hoy, para que los tengamos presentes. Acuérdate de todos aquellos que están pasando por un momento de dificultad personal o familiar. Llénales de tu amor y esperanza. Te lo pedimos, Señor / Hazte presente en nosotros, Señor
· Señor, te pedimos por las personas marginadas y discriminadas, los que sufren persecución por su fe o por su realidad afectivo sexual o de género, por los gobiernos que no son tolerantes con la diversidad, para que cesen las injusticias y construyamos entre todos un mundo mejor.Te lo pedimos, Señor / Hazte presente en nosotros, Señor
Acción de gracias
Te doy gracias, Señor, de todo corazón
y proclamaré todas tus maravillas.
Quiero alegrarme y regocijarme en ti,
y cantar himnos a tu Nombre, Altísimo.
Cuando retrocedían mis enemigos,
tropezaron y perecieron delante de ti,
porque tú defendiste mi derecho y mi causa,
sentándote en el trono como justo Juez.
Escarmentaste a las naciones,
destruiste a los impíos
y borraste sus nombres para siempre;
desapareció el enemigo: es una ruina irreparable;
arrasaste las ciudades, y se perdió hasta su recuerdo.
Pero el Señor reina eternamente
y establece su trono para el juicio:
Él gobierna al mundo con justicia
y juzga con rectitud a las naciones.
El Señor es un baluarte para el oprimido,
un baluarte en los momentos de peligro.
¡Confíen en ti los que veneran tu Nombre,
porque tú no abandonas a los que te buscan!
Canten al Señor, que reina en Sión,
proclamen entre los pueblos sus proezas.
Porque él pide cuenta de la sangre,
se acuerda de los pobres y no olvida su clamor.
El Señor se apiadó de mí, contempló mi aflicción;
me tomó y me alzó de las puertas de la Muerte,
para que pudiera proclamar sus alabanzas
y alegrarme por su victoria en las puertas de Sión.
Padrenuestro
Oración final
Bendición