Mujeres en el Antiguo Testamento
En el libro de Rut, una mujer moabita aparece como un modelo de amor fiel. En su historia con Noemí vislumbramos el compromiso entre dos mujeres y el mismo Dios. Las palabras que Rut emplea son una de las más bellas declaraciones que podemos encontrar en el A. Testamento.
Saboreando el libro de Ruth:
“No insistas más en que me separe de ti. Donde tu vayas, yo iré; donde tú vivas, viviré; tu pueblo es mi pueblo y tu Dios mi Dios; donde tu mueras moriré y allí me enterraran. Juro hoy solemnemente ante Dios que solo la muerte nos ha de separar.”
Canción Rut y Noemí de Ain Karem
Extraños instrumentos de salvación! Dos mujeres solas de las que Dios se sirvió,
Una gentil y otra judía. Noemí, “la dulce”, Rut, “la amiga”. Obligadas por el hambre a emigrar a la ciudad del Pan.
Sin tierra, sin marido, ¿es el final!: Sin hijos que su historia puedan eternizar.
Una la muerte, otra la vida, Noemí, “la Amarga”, Rut, “Fuerza activa”, amistad que es signo de fidelidad, fidelidad de Dios.
Donde tú vayas, yo iré; donde habites, habitaré. Tu pueblo será mi pueblo, tu Dios será mi Dios.
Donde tu mueras moriré. Donde te entierren, seré enterrada. Tu pueblo será mi pueblo, tu Dios será mi Dios.
Solo la muerte nos separara, tan solo la muerte nos separará .
Mujeres en el Nuevo Testamento y su relación con Jesús.
En el nuevo testamento descubrimos a un Jesús que tiene muy en cuenta a la mujer y la trata en un plano de igualdad. El aspecto más revolucionario del maestro fue sin duda las relaciones de libertad que mantuvo con las mujeres de su época en el seno de una religión, como la judía, en la que la mujer estaba vista como un ser inferior a total disposición del hombre. Tan inferior que todo judío tenía que dar gracias a Dios en su oración de la mañana “por no haberme creado mujer”.
Hoy vamos a releer el evangelio de Juan donde nos relata el caso de la “adultera”. No tiene nombre propio, es su pecado el que le da el nombre y por él se la conoce aun ahora.
Saboreando el evangelio de Juan….
Juan 7:53-8:11
La mujer adúltera
53 Cada uno se fue a su casa;
8 y Jesús se fue al monte de los Olivos.
2 Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.
3 Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,
4 le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.
5 Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
6 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.
7 Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.
9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
En este Evangelio unos hombres acusan a esta mujer de adulterio, pero ¿Dónde está el hombre que estaba con ella? ¿Por qué no le acusan al “adúltero”? (esta palabra existe?). Ni lo arrastran ni lo condenan ni siquiera lo señalan. No se sabe quién era.
Jesús no justifica el adulterio pero tampoco condena a la mujer. Es el rostro compasivo de Dios Padre y Madre. Jesús la reconoce como mujer y en sus palabras le está diciendo. “Mujer, deja el pasado, no mires atrás. Hoy todo empieza de nuevo para ti, una vida nueva te espera”.
En la historia de la humanidad la mujer ha tenido un trato diferente y aun en nuestros días quedan resquicios de desigualdad. También en las escrituras la mujer ha quedado relegada a un segundo plano, siendo muchas veces eliminada su presencia. Nos damos cuenta de que nuestra sociedad como la de Jesús, esta vuelta hacia la figura masculina, y que también la formulación de la fe parte de un trato desigual. Aun en nuestras iglesias la mujer sigue sin recibir el mismo trato que el hombre.
El caso de “la adultera” es uno más entre otros relatos donde Jesús se acerca a la mujer. No en todos se le presenta como pecadora, pero si en muchos podemos observar como es el trato del hombre hacia ella y la actitud de Jesús.
Los evangelios narran toda una serie de historias de mujeres, de muchas mujeres y de mujeres de toda clase, desde la madre de Jesús hasta la pecadora. Las mujeres están en los Evangelios, pero no siempre están o no parece que estén, tal como estuvieron en la realidad de la historia o historias que los Evangelios nos quieren narrar.
Tal y como preguntaron al Maestro… ¿y tú qué dices?
Momento para la reflexión y oración personal…. Para luego compartir….
Canción MEJOR CONTIGO de Luis Guitarra
Mejor es alcanzar un sueño, que seguir dormidos.
Mejor no traicionar aquello que siempre creímos.
Mucho mejor que dar la vuelta,
dejar a un lado, o cerrar las puertas…
Será mucho mejor, buscar un nuevo sol contigo.
Mejor no acostumbrarse al peso de nuestras cadenas.
Mejor no arrinconar aquello que vale la pena.
Mucho mejor que andar a tientas,
Sin sobresaltos, pero sin metas…
Será mucho mejor, sumar mi corazón y el tuyo.
Mejor, mucho mejor, será mucho mejor así.
Mejor, mucho mejor, será mucho mejor… mejor así.
Mejor que ambicionar “ser alguien” es “ser uno mismo”.
Mejor no malgastar más tiempo nuestro idealismo.
Mucho mejor, tomar conciencia
que atrincherarse en las apariencias.
Será mucho mejor, saberse realizado en ti.
Mejor iluminar lo incierto que ocultar las dudas.
Mejor abandonar el puerto que anclarse en la espuma.
Mucho mejor dejar en tierra,
los intereses, las hipotecas…
Será mucho mejor, zarpar hacia el profundo azul.
Mejor, mucho mejor, será mucho mejor así.
Mejor, mucho mejor, será mucho mejor… mejor así.
No es fácil, hay miedos, hay indecisión…
Te faltan las fuerzas, me falla la voz…
Un puente, un abismo, un solo destino… los dos.
Tu mano me aprieta, siento su calor…
Si piso en tus huellas, avanzo mejor…
Mejor estar vivo, confiar, ir unidos tú y yo.
Mejor es alcanzar un sueño, que seguir dormidos.
Mejor no traicionar aquello que siempre creímos.
Mucho mejor que dar la vuelta,
dejar a un lado, o cerrar las puertas…
Será mucho mejor, buscar un nuevo sol contigo.
Será mucho mejor,… …buscar un nuevo sol contigo.
Que Dios que es padre y madre nos haga comprender cuanto amó a hombres y mujeres, pues a tod@s, a su misma imagen nos creo.